miércoles, 28 de agosto de 2013

PAM 13 ¡Vuelta a la escuela!

Aclaraciones: los personajes utilizados no me pertenecen; la historia por su parte es mía.

¡Vuelta a la escuela!

—Oye, ¿Qué no te piensas despertar?—apreté los ojos y gruñí. Estaba realmente cómoda y calentita ¿Por qué rayos me molestan? ¡Estoy cansada!—Mamori ¡Ya despierta, joder! ¡Tengo el jodido entrenamiento de preparación!—sentí una sacudida de hombros que me despertó de golpe.

—¡¿Qué?!—grité, mi sueño estaba muy hermoso y ahora me ponen de mal humor.

—Ya quítate de encima—miré a Youichi torcer la boca enfadado, entonces recordé que en efecto estaba encima suyo. Con el rubor esparciéndose en mis mejillas "me incline" como pude hacia adelante, dándole espacio para salir. Desde hace unos meses tiene la costumbre de meterme entre sus piernas y abrazarme para que pueda dormir cómoda.

—¡Kuso, al fin puedo respirar!—se bufó de mi y como respuesta le lancé una almohada.

—Idiota—murmuré abrazándome a las sabanas de mi cama.

Sonrió aun más y se metió al cuarto de baño. Intenté estirar mi cuerpo para relajarme, como respuesta mis piernas se quejaron tronando mis tobillos y tensando mis muslos, mi espalda por su parte solo me dio unos cuantos piquetes en la parte baja. Mi estomago rugió pero tenia tanta pereza de caminar, vestirme, bajar las escaleras y preparar algo…caminar…incluso respirar se estaba volviendo algo tremendamente cansino para mi.

Bostecé.

Miré la hora en el reloj digital que estaba en la mesita de noche de mi lado y volví a bostezar, siete de la mañana en punto. Tomé el control remoto de la pantalla plasma que reposaba frente a mi cama y la encendí para ver algo de noticias y de paso el clima. Me acomodé mejor en la cama y mis parpados se volvieron pesados, había leído que me sentiría más cansada que de costumbre, pero esto es demasiado. Había estado durmiendo mucho, muchísimo, incluso cuando Suzuna o mi madre estaban aquí, recuerdo que me había quedado dormida mientras hablaba con Suzuna y ella se molesto conmigo unos días, después volvió a la normalidad. ¡Qué vergüenza!

Hace unos días fui a una nueva observación con el doctor John, mi nuevo doctor; al parecer mi antiguo doc. se tomo unas vacaciones obligado por su esposa, en fin el joven John era simpático y gracioso. He entrado a una nueva etapa, pre-parto. Por lo cual me ha pedido que estas últimas semanas vaya a unas clases de pre-parto y relajación muscular, me dijo que aunque era ya tarde para tomar las clases—ya que en unas semanas incluso estos días podría a dar a luz—debería ir para despejarme y ver algunos datos importantes.

Al parecer cuando le informaron que sería mi doctor y le comentaron que contaba con 35 semanas de embarazo ya él imaginó que sería uno y no dos…por lo que no me había comentado lo de las clases hasta hace un par de días. Igual de despistado que mi antiguo doc. En fin, comenzaré las clases hoy ya que inician los días lunes y como era jueves cuando me recomendó asistir ya me había perdido una semana de clase.

Cuando le hablé sobre las clases a Youichi no se negó, pero tampoco aceptó. Ya que tenía que acompañarme a cada una de ellas. Sabía que no me acompañaría porque su prioridad del momento no era su linda esposa con ocho meses de gravidez, no. Era el Súper Bowl. Admito estar molesta por que haya ganado la final de la Americana, pero en realidad me estoy engañando a mi misma, había estado tan inmersa en mi embarazo que hacia poco había dejado de apoyarlo…un grave error. Estaba dividida, estaba tan feliz por él y más porque fue invitado al Pro-Bowl, pero también estaba algo resentida ya que si no hubiera ganado dicho partido, lo tendría más tiempo conmigo.
Mi padre se apuntó para acompañarme y yo acepté algo incomoda, Youichi estaba preparándose para el partido de las estrellas. Recuerdo que él me había dicho que "iría" conmigo a las clases y que rechazaría la invitación al partido de las ligas porque ya no eran como hace unos años en que todo se tomaba en serio, que podían lesionarse por un partido sin tanta importancia y que no era tan popular entre la gente ya que era más importante el super domingo, pero cambio de opinión cuando se enteró que Sena participaría del bando de la AFL.

Su bando.

Recuerdo haber hecho una rabieta infantil ese día.

Relaje mi cuello y mis manos, deje de recordar y me acomode en la cama para ver la programación matutina. Al parecer ya no nevaría tanto y que las probabilidades de lluvia habían disminuido para gran parte del país, en cambio la lluvia se movía hacia el sur para los países centroamericanos. Aplaudí el cambio climático, era tonto pero no haría tanto frío al menos.

Escuché la ducha detenerse y la puerta del cuarto de baño abrirse, segundos después Youichi salió con la mitad baja de su cuerpo envuelto en una toalla, no sonrojarse me fue imposible. Aleje mi mirada de su cuerpo perfecto de dios griego y me enfoque en la enorme pantalla…como si fuera de gran ayuda…

—¿Disfrutando la vista?—me escondí entre las sabanas.

—Tal vez—murmuré.

Lo escuche reír, y sentí la cama hundirse.

—Anoche hablaste dormida—lo escuche murmurar, bajé la sabana con la que me cubría el rostro y me encontré con un Youichi sentado a un costado mío, mirando hacia el frente. Todo rastro de humor se había desvanecido.

—¿Yo qué?—es en serio, nunca había hecho algo así…al menos no que recuerde…¡Demonios, qué dije!

—Te aseguro que no me lo perdería por nada del mundo—se giró y me acorraló contra la cama, sentí su nariz olfatear mi cuello y por poco me convierto en una masa viviente, sus labios recorrieron mi cuello con avidez hasta llegar a los míos.

Gemí.

Me beso con calidez y ternura, sus labios succionaban los míos y su lengua jugaba con la mía. Sentía mi corazón latir a mil por hora y reaccione hundiendo mis dedos en su húmedo cabello, intentando profundizar un beso que sin duda jamás se borraría de mi mente. Respondí a cada caricia y sonreí cuando termino el beso, él me sonrió de vuelta y me quede sin aire. Su nariz se apretó contra la mía.

—Te lo aseguro—mordió mi labio inferior—estaré ahí.

Y me beso otra vez.
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Semana 35 del embarazo

Estás en la semana 35, sólo quedan cinco semanas para el nacimiento del bebé por lo que es interesante conocer las señales que anunciarán el inicio del parto. Cada mujer tiene un parto diferente, pero hay algunos síntomas pre-parto comunes como: contracciones regulares que se presentan a intervalos cada vez más cortos,romper aguas(ruptura del saco amniótico) o un flujo mucoso manchado de sangre, dolores en la zona lumbar acompañados de dolores de tipo menstrual. Todo esto indica que el cuello del útero comienza a dilatarse.De todas maneras, la aparición de cualquiera de estos síntomas no implica necesariamente que haya comenzado el parto, puede que tenga señales de parto días o incluso semanas antes de dar a luz.Tu médico juzgará si ha llegado el momento, por lo que no dudes en llamarle si notas alguno de los síntomas.

Si eres una mamá perezosa, recuerda que un buen estado físico y psíquico favorecerá el correcto desarrollo de tu futuro bebé y te evitará muchas de las molestias propias del embarazo.

Semana 35 de embarazo, ya son 8 meses.Tu pequeño ya es un bebé apretadito y pesado. Y es que su cerebro y su cabeza ya han alcanzado su tamaño máximo. Tu hijo ha producido 100 billones neuronas con 100 trillones de conexiones, que le durarán toda la vida. ¡Y empezó hace 28 semanas! (en la semana 7).

Si tuvieras un parto prematuro a estas alturas, podría sobrevivir sin problemas. Aunque, claro está, cuanto más tiempo esté dentro de tu vientre, más desarrollado y sano estará en el momento de nacer.

Tu hijo ha producido 100 billones neuronas con 100 trillones de conexiones, que le durarán toda la vida.

En esta semana 35 y en las últimas semanas, tu cuerpo le transferirá a tu hijo inmunidad temporal contra enfermedades infantiles (como las paperas y el sarampión). El bebé estará protegido hasta que le pongas las primeras vacunas. Su piel se alisa y el lanugo comienza a caer.

Sus medidas: a partir de esta semana 35 comienza el período de aumento de peso más rápido del bebé. Ganará entre 250 y 350 gramos por semana. Ya está cerca de los 3 kilos. De ser gemelos o trillizos, tendrían un promedio de 2 kilogramos y medio ya que su crecimiento tiende a desacelerarse.

Las cosas están muy bien para mis bebés y para mi, es esta supuestamente la penúltima semana de embarazo, pero desearía que tardaran un poco más, que se desarrollaran un poco más, paro al parecer eso es improbable ya que nacen a partir de la semana 35 o 36 más tardar los gemelos nacen a las semana 38 pero no más.

Nuevamente me encuentro dividida, quisiera que tardaran un poco más en nacer pero no me engaño, ya quiero tenerlos conmigo en mis brazos, no he podido parar de soñar con ellos, si bien sueño que los tengo en mis brazos la imagen es borrosa cuando intento ver sus caritas.

Creo que me volveré loca si sigo así, quiero cosas para Youichi y a la vez no, quiero cosas para mis bebés y a la vez no…pasa lo mismo conmigo, Suzuna, mamá y papá.

¡Rayos, soy un desastre!

—Ya llegamos cariño—mi madre me saco de ensueños.

—Tomaré muchas notas para ti en estas clases Mamo-nee—Suzuna me sonrió desde el asiento del piloto—Vamos no puedo esperar.

Salimos del auto y entramos al hospital en carreritas, hacia frío. Después de pedir algunas indicaciones llegamos temprano a nuestra primera clase. Era algo extraño ya que había al menos cinco parejas abrazadas y hablando sobre sus vidas y yo en cambio era acompañada por mi madre y mi mejor amiga…como desearía que él estuviera conmigo.

El salón blanco era enorme, había muchísimo espacio libre y en cada una de las paredes había estantes, muñecos, cunas, bañeras, tapetes y muchas bolsas. Después de unos minutos de espera entró una mujer castaña de estatura baja; muy risueña y bonachona al gran salón.

—Buenos días futuros papás—saludo la mujer castaña—Todas las mamás acérquense al frente y tomen un tapete para que se pongan más cómodos en el suelo, descuiden los tapetes son muy cómodos, especiales para ustedes.

Las cinco mujeres y yo formamos una fila, cada una con su tapete se acomodo al frente de la instructora y esta al ver que estábamos todas cómodas invito a los acompañantes a tomar asiento junto a nosotros.

—Ya que están todos cómodos, comenzare—tomo aire y continuó—Lo primero que debes tener en cuenta es que existen tantas clases preparto como profesionales y centros en que se imparten. Para facilitar su reconocimiento las hemos clasificado en dos grandes categorías—la mujer tomo un plumón y escribió en la pizarra que tenía a sus espaldas lo siguiente:

1. Clases de preparación al momento del parto: suelen incluir ejercicios de relajación y gimnasia para embarazadas.

2. Clases sobre el cuidado del bebé: te enseñarán cómo cambiar los pañales y bañar a tu bebé, controlar vuestra alimentación, saber si tu bebé está sano o por qué llora… En las clases de lactancia aprenderá las técnicas correctas para dar el pecho y tener una buena producción de leche.

Aunque estas clases no dan una respuesta para todas las situaciones a las que tendrás que enfrentarte con tu bebé, en las clases preparto aprenderás lo básico y te darán las herramientas necesarias para iniciar tu nueva vida con tu bebé con más facilidadEl resto de dudas y cuestiones las irás resolviendo con el tiempo, a medida que tu bebé crezca. Y no olvides tu instinto maternal, ¡seguro que te salva en más de una ocasión!—todos reímos mientras ella señalaba el pizarrón.

—Estás embarazada, pero tienes las mismas ganas de salir y hacer ejercicio que antes de conocer que tu primer bebé está en camino—cuando la maestra dijo eso yo me reí…si tan solo supiera que cansada estoy— A menos que tu médico te indique lo contrario, mantente en forma durante el embarazo ¡el embarazo no significa quedarse en casa! Así que elige, ¿cuál de los siguientes ejercicios se adapta mejor a ti?

En seguida nos pasó un folleto para cada uno de nosotros, lo abrí y comencé a leer:

Ejercicios recomendados durante el embarazo
-Yoga: está considerado una de las mejores terapias para el embarazo. En las clases se realizan movimientos lentos y suaves, que coordinados con la respiración, proporcionan un masaje interno, movilizan los músculos y las articulaciones, y facilitan la oxigenación del cuerpo de la futura mamá.

- Caminar: comporta muchos beneficios: facilita la circulación sanguínea, relaja tensiones, etc. Estando embarazada se recomienda caminar al menos una hora diaria, con zapatos cómodos y evitando los terrenos accidentados.

- Natación: como ya sabes, nadar es uno de los deportes más completos, ya que pone en funcionamiento los músculos del cuerpo sin necesidad de realizar movimientos bruscos. Además, es el deporte perfecto para embarazadas: flotar en el agua te permite tonificar todos tus músculos sin forzarlos.

- Gimnasia para embarazadasse trata de un tipo de gimnasia específica, adaptada al periodo de embarazo. Hay muchos tipos de gimnasia para embarazadas, pero su objetivo común es ayudar al cuerpo a moldearse según va desarrollándose el futuro bebé. Suele incluir ejercicios de relajación y de respiración diafragmática.

—¿Y bien, cuál elijen mamás?
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Llegamos a casa pasadas las 5:30 pm de la tarde, apenas crucé la puerta me encontré con Youichi y mi padre viendo la televisión en la sala, mi madre me llevo hasta la cocina y nos preparo a Suzuna y a mi una rica pasta. Charlamos sobre la clase y sobre que me había parecido a mi, había decidido que—como mi parto se acerca—tomar la clase de cuidados del bebé en lugar de las actividades físicas, después de todo me darán mucho ejercicio una vez que nazcan. Después del rico aperitivo me encamine a mi habitación, quería tomar un buen baño y descansar un poco, menos mal había elegido la clase correcta para mí.

Llené la tina con agua caliente y vertí un poco de perfume, sales y jabón perfumado. Me desvestí y acerque algunas cosa que me entretuvieran mientras me relajaba, claro el libro rosa de la mamá. Me acomode en la tina y dejándome llevar por el delicioso aroma de los perfumes comencé a leer.

Tu en la semana 35 de embarazo
Ya te encuentras en la semana 35, las últimas transformaciones son tan importantes como las primeras. Hay un cambio muy curioso: algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga. Por otro lado, a partir de esta semana 35, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. No estés preocupada si aun no ha cambado de posición, porque a pesar del poco espacio que hay ahora en el útero, desde la semana 35 el feto todavía puede dar varias vueltas antes de nacer. Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga. Por tanto, es posible que tengas que orinar con mucha frecuencia. El cérvix (cuello del útero) va a dilatarse, a prepararse para el parto. La hinchazón de tobillos y pies es normal en esta semana 35. Es la semana 35, descansa, pon los pies en alto y tómate los descansos que sean necesarios. Sabes que hay una serie de señales que te avisarán de que vas a dar a luz:

Perder sangre roja brillante
Romper la bolsa (romper aguas)
Tenercontraccionesregulares e intensas que no paran aunque cambies de postura

¿Romper la bolsa? ¿Qué es eso?

Rápidamente fui al índice y busque la sección de preguntas frecuentes, apenas la encontré di justo donde la duda me asaltaba

"Romper aguas". ¿Qué es eso?

Cuando el saco amniótico lleno del líquido que recubre al bebé se rompe, el fluido se elimina por la vagina. Es lo que se conoce comúnmente como "romper aguas". Si eso ocurre debes ir de inmediato al hospital y llamar a tu ginecólogo, tanto si sale mucha como poca cantidad. Estás departo. Romper aguas es el síntoma de parto más evidente.

La mayoría de las mujeres comienzan a tener contracciones regulares antes de romper aguas, pero en algunos casos esta rotura ocurre antes. Generalmente, cuando esto sucede el parto se desencadena rápidamente. Si las contracciones no se producen por sí solas en un determinado periodo de tiempo deberán inducirte el parto, ya que tu bebé correrá más riesgo de infección al no contar con la protección contra gérmenes que le proporcionaba el saco amniótico.

¿Cómo sabré cuando este cerca del parto?

Se acerca el momento del parto y tu mayor preocupación es saber cuándo acudir al hospital. La duración media de un embarazo es de cuarenta semanas, pero es normal que el bebé nazca entre las 37 y 42 semanas. Si tienes los siguientes síntomas, no lo dudes, toma tu bolsa para el parto y ¡al hospital!

Contracciones uterinas: cuando comienzan las contracciones del parto es importante medir su frecuencia y su duración con un reloj segundero. Si ves que tienes contracciones durante una hora y media aproximadamente cada cinco minutos, tu bebé se está preparando para salir.

Pérdida del tapón mucoso: su expulsión no es síntoma de que el parto haya comenzado, pero debes estar atenta si rompes aguas y se inician las contracciones.

Reducción de los movimientos del bebé
Rotura del saco amniótico: lo que se conoce comúnmente como "romper aguas"

¡Vaya! Esto sí que ayuda

Suspire y arroje el libro a la puerta, hundí mi cabeza bajo el agua y comencé a relajarme de nueva cuenta, no había notado que mientras leía mi cuerpo se tensaba gracias a la información. Sólo espero que estas semanas las contracciones no me maten de dolor y que en lugar de perder sangre rompa en aguas, eso suena mejor.

Salí del agua y comencé a limpiar mi cuerpo y cabello, con lentitud y cuidado mientras bajaba a mi vientre del tamaño de dos balones de básquet ball, sonreí cuando mi mano toco mi ombligo saltado, hace unos meses me despedí de mi cintura pequeña y mis caderas en forma, ahora mis caderas habían crecido unos cuantos centímetros y mi vientre se había lanzado hacia adelante en una forma redondeada.

Con mi pie quite el tapón de la bañera y cuando el agua se drenó salí de la bañera, me sentía fresca y limpia, con energía, algo que no sentía hace unas semanas.
Tengo que preguntarle unas cosas a mama sobre las contracciones.
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Han pasado tres días desde que mamá me horrorizara con su historia de las contracciones, una parte de mi sabia que era broma pero otra parte me decía que quizá no era tan distante de la realidad su historia de mi nacimiento.

Era jueves, lo que significaba que mañana comenzaría mi última semana de embarazo. Suzuna decidió empacar sus cosas para ir al partido del Pro-Bowl donde Sena participaría por primera vez, yo no quería que se fuera ya que no sabía a ciencia cierta el día de mi parto, pero en realidad envidiaba que se fuera al Hawái. Youichi había viajado ayer a Louisiana para conocer el Louisiana Superdome donde se jugara el Super Bowl contra San Francisco y de ahí partiría a Hawái para el partido de las estrellas.

Sólo quedábamos en la casa mi madre y yo en compañía de Cerberos que poco ruido hacia, mi padre había tenido que volver a Japón por su trabajo pero aseguro volvería la próxima semana para estar conmigo ya que su jefe le estaba dando muchas salidas y se había vuelto muy pero muy complaciente con él, sólo espero que yo no este imaginando lo que creo que le pasa al jefe de mi padre.

Los días siguientes se pasaron volando, mi madre y yo teníamos muchas cosas que nos distrajeran, como tejer algunas ropitas para los bebés, cocinar y claro, las clases en las cuales había aprendido muchas cosas, bañar al bebé, como amamantarlo, sobre la lactancia y el porque el bebé puede llegar a llorar por la nada. Otra de las cosas que la maestra nos indico fue el nombre del bebé. Nos hablo sobre la importancia de decidir un nombre y comenzar a hablarle al bebé para que este reconozca la voz de la madre y el padre y aprenda su nombre y así reaccione ante el.

—Madre, tu crees que deberíamos ponerle un nombre ahora o hasta después que nazcan—pregunte mientras me tejía con cuidado una sabana color azul.

—Cariño, yo no soy quien para decidir un nombre para tus bebés—me miro—eso debes hablarlo con tu esposo.

—Lo sé—suspire y me acomode en el sofá—pero debo insistir…¿Qué te parecen Taichí y Daiki? **
—Me gustan esos jodidos nombres—tanto mi mamá y yo nos sobresaltamos al escuchar detrás de nosotras semejante voz varonil—Me parecen buenos.

Nos giramos y me sonroje al verlo sonreír como de costumbre, ¿Desde cuando estaba escuchando? ¿Por qué no lo escuchamos llegar? ¡Porque esta aquí, si debería estar en el entrenamiento del Pro-Bowl! ¡Porque tiene que verse tan malditamente sexy usando su chaqueta de cuero! Comencé a marearme antes de contestarle…entonces recordé que tenia que respirar. Después de casi hiperventilar por el susto, cavilé lo que había dicho…la felicidad me invadió.

—¡En serio te gustan! —me sentía como niña en navidad recibiendo un regalo enorme.

—No están mal—ladeo la cabeza sobre su hombro y sonreí. En cuestión de segundos me invadió una fuerza sobrehumana y me lance contra él abrazándolo besando su cuello. Escuché a mi madre reír y a Youichi apretarme contra él. —Ten cuidado, lo enanos están más grandes.
Sonreí y me acomode en el sofá de nueva cuenta, él por su parte, saludo a mi madre y se dirigió al gimnasio que instalo en la planta baja.
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—¡Mamá! —Grite—¿Qué tanto haces? ¡El partido va a empezar! —grite de nuevo mientras caminaba hacia la sala con un gran tazón de palomitas y algo de salsa picante para acompañaras…y en parte por mero antojo.

En la pantalla aparecieron las estrellas de la NFC y por supuesto la AFL, la más fuerte y no sólo porque mi esposo y mi mejor amigo estaban ahí, claro que no, el equipo era de terror tanto en la ofensiva como en la defensiva, estaba tan emocionada que volví a gritarle a mamá para que se apresurara.

—Cariño ¡ya voy! —grito ella desde la planta alta—Casi termino de cepillar mi cabello.

—Apres…—apenas y pude agarrarme de algo, casi de rodillas al suelo por la gran contracción que me dio en ese momento, sentí mi cuerpo contraerse, mis órganos internos saltar, y mis pulmones empequeñecerse. ¡kami, que buen dolor!—¡Ay! —golpe un grito que me asusto mucho, me dolía todo, ¡Ay no!

—Cariño, ¿Duele mucho? —me tomo del brazo y con cuidado me sentó en el sofá—Tranquila, Irá todo bien respira como te han dicho en las clases.

Comencé a respirar con dificultad hasta que me recompuse. Suspire y solté una lagrima.

—¡Oh mamá!—gemí—¿Sera así ese día? ¿Existen mecanismos para controlar el dolor?

—Cariño, esto no es así—me acaricio el cabello—Pero el mejor método es comenzar a planificar el momento del parto y tendrás todo bajo control. Es decir, acostumbrarte a este dolor y hacerlo parte de ti. Eso te ayudara, hacer las respiraciones correspondientes y después descansar.

—Ok—respire profundo de deseche el pánico. —Mamá, esta noche ¿Puedes dormir conmigo? Extraño a Youichi.

—Claro que sí amor.

Mientras tanto en la televisión el partido acababa de comenzar…
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Han pasado ya cinco días desde esa dura contracción, Youichi ha llamado todos los días ya que mi madre lo puso al tanto de mi recaída, en sí había tenido contracciones normales como hacia un mes, pero la de aquella ocasión fue tan fuerte que me atemorizaba pero en sí la atesoraba porque el parto no seria un lecho de rosas y lo sabía. Mi madre había estado conmigo a cada segundo del día y eso me tenía encantada, me gustaban mucho sus mimos y cuidados, era como volver a ser niña otra vez.

Era jueves y mi madre había hablado con Suzuna, y esta estaba tan feliz que llegaría a mi casa en cuestión de horas. Estaba viendo algo de televisión cuando recibí una llamada de mi mejor amiga.

—Mamo-nee—escuché su vocecilla nerviosa—¿Cómo estas? Tu madre me llamo y me contó lo que paso, tranquila ya voy para allá, quizá llegue en la noche de hoy.

—Suzuna, gracias—contesté—estoy mejor ahora, pero las contracciones no paran de llegar—suspiré—Te espero aquí, me he echado de menos.

—¡Yo igual!

—¿Cómo te fue en tus días en Hawai?

—De maravilla, pero te lo cuento cuando llegue a tu casa—escuché mucho ruido—mi vuelo para Pennsylvania es el siguiente, tu tranquila y descansa mucho ya voy para allá además llevo una sorpresa.

—En serio, bueno ten cuidado, aquí te esperamos mamá y yo.

—Sí—contestó—hasta luego.

Me encaminé a la cocina y sorprendí a mi mamá haciendo un delicioso pastel de chocolate.

—¿Te gusta el olor verdad? —Preguntó ella—siempre te ha gustado ese olor, desde pequeña cuando orneaba un pastel para ti, te esperabas a un lado del horno hasta que estuviese listo—dijo riendo por su recuerdo.

—También lo recuerdo—comencé a reír.

—Estará en una hora más.

—¿Crees que este bien que me siente a un lado del horno mamá?

Reímos y charlamos un rato más. Comencé a sentir mucha sed y cuando me levante del asiento note que algo andaba mal, comenzó a tensarse mi cuerpo y me aferre a la orilla de la mesa, mire hacia abajo y abrí los ojos tanto que creí iban a salirse.

—¡Oh no! —mire a mi madre—Mamá, he roto fuente...

—Dios mío, es hora.
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Omake

Veía las luces moverse tan rápido arriba de mi que comencé a marearme, me dolía una gran parte de la espalda y mis pulmones parecían prepararse para lo que se venia, agarre tanto aire que estoy segura que el sonido que estoy por lanzar se escuchara en todo el hospital.

Grité

Grité como si mi vida dependiera de ello, el dolor se expandió por mi vientre y apreté tanto los dientes que podía escucharlos hacer canciones con cada rechinido que daban. Apreté la mano que sostenía la mía, creo que la apreté tan fuerte que grite con compañía, a pesar del dolor mi mente estaba lucida, sabía que me llevaba a la sala de parto, había pasado el jueves en el hospital y ya era hora, estaba tan emocionada pero tan asustada de no hacerlo bien.

Entonces recordé lo que le había prometido a Youichi hacia unos meses atrás…no debía temer, yo era fuerte, ¡carajo que lo soy! Y aunque él este en Louisiana yo puedo esto por los dos, sé que el prometió que estaría aquí conmigo, pero no es el momento de pensar que no estará aquí, debo imaginar que él me ayudara con todo desde mi cabeza.

Escuchaba voces distantes de mi madre, mi padre y Suzuna, casi todas decían lo mismo y sinceramente ya me había hartado, lo necesitaba a él. Mi lado fuerte se vino abajo cuando una contracción mucho más fuerte que las demás me sacudió. El aire abandono mi cuerpo, el doctor acomodaba las cosas necesarias para el parto mientras hacia indicaciones a las enfermeras que corrían de un lado para otro. Las puertas se cerraron, escuché un disturbio muy fuerte fuera de la habitación y una luz me cegó por completo.

—Es hora, cuando te diga que pujes hazlo con todas tus fuerzas ¿de acuerdo? —me dijo con tranquilidad el doctor secando mi frente.

—O-ok—tartamudeé.

—Muy bien—apenas se alejo lo tome de la mano.

—Espere—jadee—no puedo, por favor ¡No puedo!

—¡Maldición!—escuché una voz muy familiar para mi…demasiado, era su voz—Descargare este maldito cartucho si no me deja entrar.

—¡Youichi!—grité. ¿Estoy delirando?

—Señora Hiruma—el doctor gritó—¡Es hora!

Tomé tanto aire que sentí mis pulmones explotarían. Pujé, mi vientre se tensó y apreté las sabanas, grité tanto que juro qué cuando esto termine mis cuerdas vocales necesitaran una operación porque seguro las reventaría.

—Va muy bien, aguante un poco.

¡Que aguante! ¡No puedo, tengo que pujar!

El sudor me recorría y el pánico me hizo su presa.

—¡No puedo!

—¡Maldita sea, sí puedes!

¡Estoy delirando otra vez!

—Maldición Mamori, no viaje desde lejos para escucharte decir eso—sentí su mano atrapar la mía y entonces supe que no estaba loca—hazlo, dale vida a mis hijos—susurro contra mi oreja.

Sentí una fuerza invadir mi cuerpo, me aferre a su mano y a la orden del doctor volví a concentrarme.
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Notas del autor:
Aquí esta el cap 13, al parecer tarde un poco ya que empecé a las 10:00 am jajaja y apenas lo publico a las 4:50 pm. Bueno bueno bueno bueno…¡YA vienen los bebés!
No tardare tanto en publicar, lo prometo ;)
Ya saben los lunes actualizo.
Muchas gracias por sus comentarios, estoy tan feliz por ellos y les prometo que les contestaré todos lo mas rápido posible.
Muse mi playlist de este capitulo.
*Taichí: impertinente y gran persona.
*Daiki: sobresaliente y elegante.
¿Les gustan los nombres?
Si tienen algún otro nombre de niño o niña les agradeceré lo pongan en los comentarios, como saben—varias chicas saben—terminando PAM iniciaré un nuevo proyecto HiruMamo, del cual pueden leer en mi página de Facebook la cual pueden ver en mi perfil y de paso regalarme un like xD
Además que también pueden enterarse de más HiruMamo en el grupo de Facebook
Me retiro y espero sus valiosos comentarios.
¡Las amo!
No me maten por tardar tanto TwT
Mientras más comentarios, más rápido actualizo ;)
-Kyrie HawkTem
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