jueves, 31 de enero de 2013

Insomnio


Aclaro: los personajes de Full Metal Alchemist son propiedad de Arakawa-sensei. La historia es mi propiedad prohibido el plagio.

Insomnio

Noche en vela, nada que pensar y nada que decir. La cabeza me da vueltas y escribir es una escapatoria a un continuo razonamiento que circunda sobre las mismas ideas una y otra vez dejando todo difuso ¿Por qué no puedo dormir? Me pregunto, ¿acaso existe alguna criatura rondando mi imaginación, ansiosa de salir y plasmarse en este escrito? Habrá que ver.

¿Qué será aquello que te da la pauta para conciliar el sueño?
¿Cansancio? Ha sido un largo día y no veo la hora en que caiga rendido.
¿Tranquilidad? No sé qué estoy esperando, la experiencia que venga no me tiene ansioso, esto no quiere decir que no sea valiosa ¿Necesitaré de algo o de alguien? No, en esta ocasión se que ella ya esta conmigo, entonces ¿Qué es?

¿Será acaso que necesito entrar en contacto conmigo mismo?

¿Existirá un camino universal al interior? Me viene a la memoria, y continúa con esta enorme distracción, una canción que menciona que cualquier respuesta la puedes encontrar en ti mismo, en tu camino

En todo caso habrá que experimentar.
Sin darme cuenta he caído en más razonamientos en círculo que no me llevan al sueño, la respuesta a cada pregunta que me planteo me causa el triple de preguntas ¿Acaso todo lo que me sucede y nos sucede está prescrito ya? ¿O realmente somos dueños de nuestras ideas y de nuestras decisiones? ¿En verdad estas incógnitas tienen una respuesta? Siento que aquella criatura se empieza a alejar y termina por esconderse en algún recóndito lugar…

¿Sera que…algo esta por venir para nosotros? Nuevamente me hago otra pregunta.


Con este Drabble doy inicio a mi serie de estos mismos sobre Roy y Riza, en este Drabble vemos a un Roy confundido e intranquilo in capas de conciliar el sueño…más adelante veremos el porque.
Espero les guste y les deseo un muy bonito día.

Les quiere
~Kyrie-chan

Ella es...


Aclaraciones: los personajes de Eyeshield 21 son propiedad de Riichiro Inagaki y Yusuke Murata. La historia es mi propiedad

Ella es…

Ella es blanca, muy blanca, como, un copo de nieve que se pierde en las pequeñas siluetas abstractas del infinito cielo, donde se llega a la estrella, que guía los caminos de cada ser que ama; desea paz; une los lazos de amistad y del amor, iluminando cada uno de nuestros corazones.

Ella es la estrella que cada uno tiene dentro de su alma.

Ella tiene el color de ojos azules, color mar, donde los naufragios navegan en alta marea, para buscar un gran tesoro, que brilla por luz propia; ella es bella, muy bella, radica sonrisa y llanto, recuerdos y nuevas sorpresas.

Ella es grande. Ella es infinita; ella es dulzura, como ella, definitivamente, no hay ninguna.
Ella se viste de rojo, es atrevida, picara, traviesa, niña grande, se llena de pasión, deseo en ella siempre existe; ella es luz, que enciende la llama de la vida; ella es mágica, como una jodida hada, de cuentos maravillosos.

Y me pregunto ¿Qué haría yo sin ella?

Ella mi luz y guía, mi jodida estrella de alta mar. Sus hipnitozantes ojos verdes son mi completa perdición. Tan jodidamente dulce y traviesa…Ella es mi día y noche, mi amiga y confidente, mi esposa y amante…Ella es completamente mía.


Bien, ahora retomando, esta será una serie de Drabbles.
El primero es visto desde la perspectiva de Hiruma y espero actualizar pronto. El próximo será desde el punto de vista de Mamori.
Se aceptan sugerencias y pedidos para los siguientes Drabbles ^^

Les quiere
Kyrie HawkTem

Drabbles RoyAi


RoyAi Drabbles
Todos los rating
*
*

Drabbles HiruMamo


Drabbles HiruMamo
Todos los rating
*
*



River flows in you - RoyAi


La historia es un AU
Sin más los dejo leer
Disclaimer: Los personajes utilizados no me pertenecen son propiedad de Hiromu Arakawa. La historia es mía por completo.

River flows in you
Nos habíamos escapado de aquel lugar, de aquella oficina de esa gran ciudad tan movida gracias a la industrialización. Descansaríamos del ruido de los autos, la gente y sin duda descansaríamos de todo trabajo. Él conducía en silencio, un silencio muy agradable ya no era necesario hablar para saber como estaba el otro, era simple nuestro entendimiento, uno que difícilmente alguien comprendería. Era nuestro y punto.

Estábamos a mediados de Noviembre y al fin nos dieron en la oficina una semana de descanso como premio a las altas ventas del mes. No me quiso decir a donde íbamos había tomado un camino muy largo y desconocido para mi, había demasiados arboles y nada de civilización. Mire hacia la ventana para comenzar a maravillarme, el paisaje realmente era hermoso, no había edificios ni autos mucho menos personas. Todo era color verde: los arboles, los troncos cubiertos de musgo, el dosel de las ramas que colgaba de los mismos y el suelo cubierto de helechos. Incluso el aire que se filtraba entre las hojas tenía ese olor verde. Me perdí en el, había perdido la noción del tiempo igualmente, aunque ¿que más daba? Disponíamos de mucho. Una ligera lluvia comenzó a caer, era una cosa normal en noviembre pues llovía mucho y el viento era fresco pero tolerable.

Ese tiempo en el auto y en completo silencio los recuerdos comenzaron a llegar poco a poco, la maravilla de paisaje hacia de estos más hermosos aun. Me gire para verlo, él conducía con su sonrisa en el rostro, mil recuerdos asaltaron mi mente con solo verla. El día que lo conocí en la universidad, estábamos en clase de literatura cuando lo vi, estaba en los últimos asientos justo como yo, recargado en el pupitre dormía sin preocupación alguna. No se que me sorprendió más si el ver su rostro adormilado cuando lo moví o el hecho que me sonrió y se acomodo de nuevo para seguir con su sueño. Después de ese día intentaba estar lo más lejos posible de él, sabía que me traería problemas con sus "hábitos" además de que era un mujeriego de primera, no bastaba que las chicas de la universidad babearan por él sino que las jóvenes del colegio frente a la uni también lo hacían. Fue ahí que caí en cuenta que estaba celosa, así es celosa ¿Cómo era esto posible? Me repetía, lo conozco es un perezoso holgazán.

Error.

Así es, juzgarlo así había sido un completo error, ya que cuando nos asignaron como compañeros en un proyecto de suma importancia en la materia de química note su inteligencia, su deseo de superación y sobretodo su reconocida carisma. Todo aquello que pensaba de él desapareció. Viendo que en realidad su flojera y holgazanería eran una fachada que cubría al hombre que en realidad era, uno decidido a lograr sus metas y claro me enamore de él.

Nuestra primera cita fue después de haber terminado aquel proyecto, su razón fue una que me sorprendió, estábamos en la cafetería y de repente soltó de su boca "sabes eres muy interesante, quiero salir contigo" ni siquiera lo pidió, fue como una orden, una a la cual no me negaría, por más que lo intentase me quedaba muy claro que sentía algo por él, paso un mes de aquello y ¡sorpresa! me convertí en su novia, recordé también el mar de lágrimas de cientos de chicas cuando se enteraron de la noticia, él el chico más apuesto de la universidad ahora no estaba disponible.

Mi mirada se concentró después en mi reflejo en el vidrio, note mi sonrojo y sonreí, volviendo mi mirada nuevamente al paisaje verde.

—Ya casi llegamos—dijo sacándome de mis pensamientos y distrayéndome por completo del paisaje de todo. Lo miré y me hizo una señal con la cabeza para que mirara hacia el frente, cosa que hice. Sonreí a la vista que tenia. A lo alto de una colina estaba una casa de dos pisos estilo colonial color café, una que yo conocía muy bien, fue ahí donde el me había pedido matrimonio hacia un tiempo, fue donde pasamos nuestra primera noche de bodas y fue ahí donde me hizo su mujer.

—Estas muy distraída, ¿Será a caso que no sabes donde estamos y tratas de recordar algo? — tan perdida estaba en mi pensamientos en tantas cosas que no me di cuenta que ya habíamos llegado, que él había bajado del auto abierto mi puerta y se había sentado cerca de mi. Fue su voz la que me trajo devuelta. Con mis dedos jale de su nariz.

—Claro que lo recuerdo, ¿Por qué habría de olvidar este lugar? —ni en mil años lo haría, su cara se convirtió en un puchero cuando volví a jalar su nariz con mis dedos. Conmigo se daba el lujo de hacer tal cosa.

Se puso de pie dándome la mano, la tome y en un movimiento rápido me atrapo en un abrazo y me beso con dulzura. Fue tan dulce que mezclado con mi intensa distracción hizo que me perdiera casi y por completo. se separo y me miro con suma tranquilidad.


—Se que estas cansada así que…que te parece si te das una ducha, te relajas y vemos una película—puso su frente contra la mía su nariz jugaba con mi cara mientras que su mirada se encontraba clavada en mi, hipnotizada asentí a su propuesta y tome sus labios otra vez.

Entre a la casa y deje que él se encargara de la única maleta que llevábamos, ¿porque no lo pensé antes?, reclame en mi mente cuando recordé la pequeña charla que tuvimos antes de salir sobre el porque llevaríamos tan pocos cambios de ropa, realmente no imaginaba venir aquí.
Subí lentamente las escaleras mientras un profundo sopor nublaba mi mente. Me prepare ropa limpia que tenia en el armario de la habitación sin prestar atención a lo que hacia, él tenia razón estaba muy distraída, y fue esa otra de las razones por la cual huimos del mundo, últimamente me había sentido muy cansada, con nauseas y mareos, pero sobretodo distraída. No me percate de que estaba helada hasta que estuve en la ducha, con el agua—demasiado caliente—casi quemándome la piel. Solté un suspiro cuando escuche la televisión de la sala, tendríamos por fin un tiempo para nosotros. Titirite violentamente cuando una bocanada de viento frió que había entrado por la ventana del baño me golpeo en la espalda, me acerque a ella y la cerré. Deje entonces que el chorro del agua relajara mis músculos agarrotados por el viaje. Luego sumamente cansada para moverme, permanecí en el agua unos minutos más.

Salí a trompicones y envolví mi cuerpo con una toalla en un intento por conservar el calor y para que así no regresaran los escalofríos violentos que últimamente comenzaban a ser muy frecuentes. Me vestí rápidamente, una lencería muy sexy color negro con encaje, una blusa de tirantes blanca y un pants negro que me quedaban flojos. La cabeza comenzó a darme vueltas haciendo que me recargara en la pared. Suspire y le reste importancia, baje las escaleras y camine hacia la sala donde el ruido de la televisión me decía que él estaba ahí.

Mi sorpresa fue que en efecto él estaba ahí, pero no como lo esperaba, estaba sentado en el sofá con los brazos extendidos en lo largo del respaldo, se había cambiado de ropa y dormía tranquilo mientras pequeños ronquidos salían de sus labios entreabiertos. Resultaba difícil describir su rostro en esos momentos.

Sonreí y me acerque a él, me senté suavemente en sus rodillas e intente despertarlo acariciando su cabello pero se movió de una forma brusca—tan brusca— que si no me hubiese agarrado del respaldo del sofá estaría tirada en el suelo.

—Perdón, me recargué un poco y todo se puso oscuro—me tomó de la cintura acercándome a él, acomode mi cabeza en su hombro respirando su perfume.

—No debí haber hecho eso, sabiendo lo peligroso que eres cuando despiertas—sonreí al sentir que me daba un pellizco.

— ¿Qué película deseas ver? —se acomodó en el sofá y me sentí más cómoda en sus piernas.

—En serio quieres ver una película ahora—susurré contra su oreja con tono seductor. Lo sentí estremecerse.

—Pensé que estabas cansada—acarició mi brazo mirándome con extrema ternura.

—Ya no—musité acercándome a sus labios y solo los roce, quería provocarlo, después de todo fue por esto que nos dimos unas vacaciones, para estar juntos.

Sentí como sus manos me acomodaba en sus piernas, un simple roce y despertaba a su bestia interna, jugué entonces con mis labios, haciendo presión y dejando suaves mordidas. Volví a sentí sus manos esta vez en mi cintura de forma ruda. Busco mi labio inferior y lo mordió iniciando así el beso.

Estaba totalmente segura de lo que se vendría a continuación, el beso se transformo a uno sediento uno muy necesitado, rozaba su lengua con suavidad contra la mía, me hacia sentir sensaciones nuevas, como su esta fuera la primera vez, su mano acariciaba mi espalda dejando figuras y líneas en ella.

Apago la televisión y me cargo caminando directamente hacia nuestra habitación, aparte mis labios de los suyos para que su vista en las escaleras no le fallara y me dedique a besar su cuello y dejar suaves caricias en su rostro.

Entramos y me deposito en la cama con mucho cuidado, como si me fuese a romper, se acomodo sobre mi y volvió a besarme. Fue suave se deshizo de mi blusa de tirantes y la lanzo lejos hacia alguna parte del suelo, fue bajando entonces, se entretuvo en mi cuello besando, acariciando mis pechos y desesperándome por más. Mis suspiros salían sin parar de mis labios y llenaban la habitación, mi cuerpo comenzó a temblar cuando sentí una de sus manos bajo mi ropa interior. Un nuevo mar de sensaciones me lleno. Quite su camisa y la arroje justo como él había hecho con la mía, pero reaccione tarde porque se separo de mi y me quito el pantalón junto con mi panti negra, ahora solo estaba con mi sostén completamente a su merced.

Se dejo caer nuevamente sobre mí, besándome y acariciando mis piernas con una suavidad que me enloquecía, alargué mi mano hacia su pantalón con ayuda de mis temblorosas piernas y el poco autocontrol que me quedaba se lo quite a tirones junto con su bóxer, quería un poco de igualdad territorial y ahora tenía algo. Mi mente estaba nublándose, al sentir su mano acariciando mi intimidad me hacia perder más la razón y a su vez disfrutaba de ello, y es que había sido demasiado tiempo desde la ultima vez, casi un maldito mes.

Volvió a tomar mis labios y sin parar de acariciarme me quito la ultima prenda que me quedaba. Estábamos igual ahora, bajo de mis labios besando mi cuello de nueva cuenta, se detuvo en mis pechos y con su mano libre comenzó nuevamente a acariciar. Suspiros y gemidos ahora llenaban aun más el habiente de la habitación, cuando estuvo satisfecho siguió bajando hasta que se encontró entre mis piernas encontrándose su mano traviesa que ahora hundía un dedo en mi interior.

Solté un gemido que me hizo tener una vergüenza sin igual, mi rostro ardía y mi labio estaba hinchado por tanta presión de mis dientes en él. Mi mente se volvió más nublada, la razón y la cordura me abandonaron tomadas de la mano y sucumbí ante tal sensación de sentir un segundo dedo invasor.

Explote.

Todo se había desvanecido a mi alrededor.

Segundos después sentí su lengua limpiando y succionando en mi centro, mis manos recobraron fuerza para tomarlo del rostro y subirlo hasta mí.

No

Suspire en su cuello, moví mi dedo trazando una línea desde su pecho hasta su amigo palpitante y lo atrape con mi mano, él soltó un gruñido y mordió mi oreja. Comencé a acariciarlo y apretarlo, sintiendo como él me abrazaba con fuerza apretándose contra mi, me gruñía. Moví mi mano más rápido entonces, lo sentí jadear contra mi oreja y justo cuando me descuide para mirarlo atrapo mi mano y me miro con sus ojos negros nublados y entrecerrados justo igual que yo.

No juguetona—me sonrió y me volvió a besar, lo entendí.

Nos acomodamos entonces y entro despacio, dolió un poco. Hacia ya un mes desde la ultima vez.
No supe cuanto tiempo había pasado y no me complacía el saberlo, lo único de lo que era consiente era de su respiración jadeante contra mi cuello, mis mil gemidos y un calor que lleno por completo mi interior.

Sentí sus labios contra los míos tantas veces que fueron un récord, suspire cuando salio de mí y me acomodo en su pecho. Me acarició como siempre lo hacia, sentí que seguía besándome y sonreí dándole un beso en el cuello. Cerré los ojos debido al cansancio y suspirando un te amo deje que el sueño me venciera y se apoderara de mi.



A la mañana siguiente me resulto muy difícil convencerme de que la noche anterior no había sido un delicioso sueño. Ni la lógica ni el sentido común estaban a mi lado. Me agache para tomar la camisa de Roy, termine de ponérmela cuando de pronto sentí que mi estomago se retorcía, salí de las sabanas cuando un dolor y unas nauseas se apoderaron de mi. Corrí al baño y expulse todo lo que mi estomago devolvía. Levante la mirada y lo vi parado recargado en el marco de la puerta en bóxer aun con los ojos lagañosos.

— ¿Estas bien? —preguntó soltando un bostezo.

—Si, perdón te desperté.

—No importa, no es la primera vez que eso ocurre—señaló con su dedo hacia el inodoro. Se tronó el cuello y me sonrió—Tengo hambre, amor—.

Asentí y me puse de pie, limpie todo el desorden que había hecho y lave mis dientes con enjuague bucal, prepare el desayuno y lo comimos viendo la televisión, limpie la cocina y regresamos a la habitación, nos dimos una ducha tranquila y nos preparamos para salir a caminar por el bosque. El día estaba nublado agradable.

Él seguía en el baño mientras yo me vestía pensando que rayos ocurría conmigo cuando en mi mente rondo una cosa, una razón por la cual tenia este extraño malestar. El pánico se apodero de mi al saber su nombre.

Salí corriendo de la casa antes de que Roy saliera de la habitación, no sabia para donde corría y de momento no me importaba, el pánico era quien me guiaba hasta que me canse de correr, caí rendida bajo un gran árbol de raíces grandes que incluso salían de la tierra. Mire al cielo y este de pronto se volvió gris, es siseo del viento sobre las copas de los arboles advertía lo que se avecinaba. Me abrace hundiendo la cara entre las rodillas cuando al fin la lluvia se convirtió en un chipi-chipi.

Mi cabeza daba vueltas y mi mente repetía solo una cosa, estas embarazada. Suspire, y me maldije por no haberlo previsto, por no haberlo evitado. Tenia tanto miedo de mi futuro, había visto y oído tantas cosas sobre los matrimonios que no planean un bebe, tanta tristeza que ello produce y aunque la criatura no tiene culpa, el matrimonio ya no funcionaba como antes, aquella frase de "un bebe cambia todas las cosas". Había escuchado también el gran número de mujeres que no sobrevivían al parto. El miedo me estaba matando, ¿y si no podía hacerlo? ¿Si fallaba de último momento? ¿Qué haría él? ¿Qué haría sin él? No estoy preparada para tener un bebe, no aun. Me puse a llorar mientras que la lluvia tranquilamente se unía a mi.

...

Escuche que algo se acercaba y me recordé que estaba perdida en el bosque, sin luz ni protección. Mi corazón se acelero y las lágrimas no paraban de caer por mis mejillas, mi respiración estaba muerta y me comencé a marear.

—Riza, cariño, ¿Qué tienes? — era Roy,se acercó a mi y me abrazo, la lluvia que caía tranquila se hizo notar aun mas. Estaba mojada tenia frío y más aun tenia miedo de decírselo.

—Yo…—susurré tan bajito que pareció un sollozo.

— Dime—levanté la mirada para verlo, me sonrió mirándome fijamente a los ojos y me dio la seguridad que necesitaba, solo él podía hacerlo él y su poderosa sonrisa.

—Creo que yo…—su mirada se clavo en mi aún más—creo que yo estoy…. —

—Me estas matando con tanto suspenso, por favor…dime que tienes.

—Creo que estoy embarazada—aparté mi mirada de él, no quería ver su reacción.

—Te amo—abrí los ojos tanto como pude al escuchar su respuesta.

—Creí que te molestarías—me aferré a él comenzando a gimotear—un bebe lo cambia todo—lo sentí reírse y su mano levanto mi rostro para que lo viera.

—No nuestro bebe—me beso.

Me cargo y me llevo hacia la casa que, en realidad, no estaba tan lejos. Me sentí estúpida al darme cuenta que había corrido en círculos cerca de ahí. Había preparado te y varios panecillos, como si fuera una niña pequeña me quito la ropa mojada y sucia y me vistió con ropa seca y limpia, me envolvió con una manta y se sentó en el sofá conmigo en sus piernas me sonrió y me beso de forma tierna.

— ¿Por qué pensabas en eso? me metiste un maldito susto, no te encontraba por ningún lugar. No lo vuelvas a hacer—chocó su frente con la mía, creo que cada día me enamoraba más de él.

— ¿Por qué yo…?—me dio una mirada intensa— ¿Por qué me elegiste a mi?

—Porque hay algo que ti que me anula todos mis sentidos, hay algo en ti que estimula la ternura de un niño—sin dejar de mirarme lo sentí acariciar mi vientre—Hay algo que ti que fluye como un rio sobre mi. Y eso me gusta—

Me quede muda. Me sonrió y continúo.

—Y ahora hay algo de mi que fluye contigo …


Bueno he aquí el final, espero haya sido de su agrado y pues para ser mi primer RoyAi le agregué un lemmon se preguntaran porque lo hice si es mi primer shot, bueno es mi historia y pues soy muy complaciente xD. Ademas iba con la historia la cual espero les haya gustado.
Háganmelo saber, un comentario, una critica o corrección, todo es aceptable ;)
Agradezco a Yiruma creador del tema River Flows in you que me inspiro en la ceración de este shot.
Les quiero y después vendré con otro
Kyrie HawkTem

RoyAi OS


RoyAi One-Shots
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River flows in you
—¿Por Que me elegiste a mi?— pregunté mirándolo fijamente a los ojos, se acerco a mi y contestó—Porque hay algo en ti que fluye como un río en mi, y ahora hay algo mio que fluye contigo

miércoles, 30 de enero de 2013

martes, 29 de enero de 2013

Curiosidad HM



Hola hoy ando inspirada, y pues eso es gracias a un pequeño sueño que tuve anoche…fue extraño pero bueno aquí se los dejo
—Diálogos—
—Pensamientos—
Notas importantes
Les recuerdo que las notas estarán siempre al final.
Sin más les dejo leer
Aclaro: los personajes utilizados no me pertenecen. La historia es completamente mía.

Curiosidad


De pequeña siempre había sido muy curiosa, veía cada una de las cosas que la rodeaban con una curiosidad inmensa, se preguntaba el porque de las cosas y trataba de saber como funcionaban y como es que estas existían.

Su madre siempre atenta con ella le daba libros para niños de su edad, llenos de dibujos animales y números, pero al parecer estos no eran suficientes para la pequeña niña castaña de seis años. Le encantaba verla intentando leerle al pequeño Sena cada vez que la madre de este la visitaba, era entretenido para las madres el ver a sus pequeños retoños, a Mamori como una linda maestra y a Sena como el pequeño alumno despistado que cuando no entendía ni una sola palabra de la chica que tenia enfrente se rascaba la nuca.

Comprendió que su pequeña no era como otros niños de su edad, si bien era curiosa y solía preguntar de todo, sus preguntas no eran simples como ¿Por qué el cielo es azul? ¿De donde vienen los bebes? O cosas por el estilo, no, con su pequeña no era así, su curiosidad se centraba en ser resuelta gracias a los libros de incontables palabras y significados que le había regalado su padre. Y cuando no lo encontraba le preguntaba a ella.

Así fue como se entero que tenía linaje americano, fue así como le encontró un gran gusto por el lenguaje ingles. La señora Anezaki sabia que tenía una pequeña genio, pero al contrario de otras madres no la presionaría a estudiar día y noche para ser la mejor en todo y así tener un buen futuro asegurado. Sabia que ella no necesitaba ser presionada, la dejaría ser y tener una vida normal, eso de presionar a los hijos con el estudio no era su estilo y además quería que su pequeña continuara así.

Fue años más tarde que su pequeña le tomo curiosidad a la cocina y ella gustosa le enseño tantas cosas que, increíblemente, la niña aprendía a su corta edad de diez años. Recordó que un día la encontró preparando comida para ella y para alguien más, supuso que el extra era para el pequeño y olvidadizo Sena y sonrió, sabia que estaba mal el no darle un pequeño hermano, pero el día en que conoció al niño de ojos café supo que este había llenado el hueco.
Su curiosidad no tenía límites, y lo sabia muy bien cuando la vio llegar a casa con una mueca de evidente curiosidad en su cara, aun a sus ya 17 años de edad pareciera que esta no desaparecía aun.

Le sonrió en cuanto entro a la cocina.

— ¿Cómo te ha ido en la escuela cariño? —le pregunto la dulce mujer mientras dejaba una bandeja de galletas en la mesa.

—Bien—contesto con un tono en la voz distraído.

— ¿Segura? Suenas muy distraída corazón, ¿sucedió algo? —al parecer ahora entendía el porque la curiosidad de su hija, sin duda la había heredado de ella.

—Si, no paso nada nuevo—le sonrió y tomo unas galletas—estoy algo cansada es solo eso, iré a mi habitación y no creo bajar más tarde—la miro y continuo—en serio, no paso nada nuevo, solo estoy cansada—le sonrió al ver la cara de su madre entre preocupación y curiosidad.

La chica castaña subió a su habitación y cerro la puerta despacio, dejo su bolsa en una de las sillas junto a su pequeño escritorio blanco y se tiro en la cama de suaves sabanas color celeste cielo.

Al parecer su madre estaba en lo correcto, ya que miles de preguntas y teorías se formaron en la cabeza de la chica. Tenía curiosidad sobre algo…sobre alguien en específico.

En su cabeza las preguntas en cuestión eran ¿Son filosos o suaves? ¿Son normales o son una distorsión por la que pago? ¿Su textura será normal o será como la de un diente de tiburón?
Su curiosidad eran los dientes del capitán de Deimon.

Esa tarde lo vio jugando son su plumón con los dientes, mordía y aparentemente aplastaba la punta del bolígrafo por lo que ella pudo ver, sin embargo cuando se fueron y tomo su bolígrafo no encontró daño alguno. Eso aumento su curiosidad de sobremanera. Como no era la única cosa que mordía, como por ejemplo los vendajes que se ponía con rudeza en las manos y piernas, no había nada más que marcas pequeñas.

Sentía curiosidad. Curiosidad por saber porque.

De niña en su mente cada vez que la curiosidad llegaba siempre buscaba la respuesta y el porque, no paraba hasta encontrarlas. Las palabras no lo se o es imposible no existían para ella cuando tenia ese picón de curiosidad.

Y así sumida en su nebulosa de intriga se quedo totalmente dormida, no sin antes fijarse en su mente el investigar sobre ese hecho que la tenia así.

...
El día siguiente fue tranquilo como siempre, despertó y fue directo a la ducha, se tomo su tiempo ya que aun era temprano y preparo todo como era su costumbre, su uniforme, libros y dos comidas ya que Hiruma últimamente había estado quitándole de la suya cuando estaban en receso mientras hacían nuevas estrategias.

Camino tranquila hacia la preparatoria para llegar temprano al entrenamiento matutino. Como era de esperarse ya todos estaban ahí, cambiados tan llenos de energía listos para entrenar. Cuando él llego su mente le recordó que tenia un asunto pendiente, pero se programo para dejarlo más tarde, ahora solo debía concentrarse en el entrenamiento, las clases y después el entrenamiento vespertino, quizá cuando este terminase podría verificar su teoría sobre Hiruma.

El entrenamiento fue extenuante como siempre, terminaron y ella se dedico a limpiar por inercia todo el desastre. Alimento al lindo cachorrito de Cerberos y salió directo a las aulas.

Las clases transcurrieron tranquilas a decir verdad un poco lentas, trato de tranquilizarse y esperar a la hora del receso para al menos intentar probar suertes. El timbre marco el cambio de hora y tranquilamente se dirigió a la clase indicada, paso una hora más y salió del salón agobiada, había estado pensando en como llegar al tema y ponerle fin así a la curiosidad y duda que no dejaban su cabeza en bendita paz, había estado las ultimas cuatro horas pensando en ello y por ende en él, así que su sonrojo era delator.

Llego a la misma mesa en la que siempre se sentaban y él no tardo mucho en aparecer. Se sentó a un lado de ella con varios papeles y una carpeta color negro. Saco entonces varios bolígrafos.

—Estas son las jodidas estrategias que planee ayer—le acerco la carpeta negra y ella la abrió mirando con indicado des interés.

Saco las cajitas donde llevaba el almuerzo y le dio una, lo miro y vio algo de sorpresa en sus ojos, si bien su cara no cambiaba, podía deducir sus estados de animo por sus ojos. Cuando estaba cansado o agobiado sus ojos se volvían un tanto opacos y perdían brillo, cuando se alegraba o se sorprendía sus ojos se abrían un poco y tomaban un encantador brillo, justo como ahora que la miraba con sorpresa tomando la cajita y abriéndola para probar el alimento en ella.

Él sabía que ella cocinaba muy bien, excelente era lo correcto. Es por eso que le quitaba comida a propósito, y ahora lo sorprendía con una porción para él. La tomo y no tardo mucho en terminarla, ni siquiera noto que comía con gula.

Ella lo miro divertida notando cada uno de sus movimientos, en especial los palillos de madera.
—Tengo curiosidad—soltó ella sin pensar, embobada mirándolo comer.

— ¿Qué? —contesto con la boca llena.

—Bueno…yo, tengo un poco de curiosidad por…—se sonrojo levemente pero él lo noto. Sonrió diabólicamente.

—Si es por la maldita comida, esta muy buena—soltó sin dejar de mirarla y claro, sin dejar de comer el resto de comida que aun quedaba.

—No era eso… ¿son suaves o son filosos? —Con su dedo apunto a sus dientes—yo...tengo una teoría.

El soltó una carcajada y se puso de pie justo cuando el timbre sonó fuerte marcando la hora de entrada a clases. Él le sonrió y tomo sus cosas, alcanzo a decir algo como ''averígualo maldita manager y el entrenamiento será más duro hoy''. Se levanto de la mesa y tomo sus cosas, miro a su alrededor para encontrarse con muchos ojos curiosos fijados en ella. Sonrió para sus adentros, resultaba demasiado fácil dejarse envolver por su pequeña burbuja privada que en ocasiones se volvía tensa por culpa de él.

A diferencia de la mañana las horas se pasaron volando para ella y para cuando llego la hora del entrenamiento estaba nerviosa, no sabia si era por lo que él dijo en el receso o era por su teoría, ¿y si esta era estúpida?, no claro que no.

Terminado el entrenamiento hizo lo de costumbre, limpio y lavo toallas y uniformes mientras que Cerberos se dedicaba a seguirla todo el tiempo, habiendo terminado todo alimento al cachorro quien no paraba de mover la cola mientras dejaba un poco más de comida de acuerdo a lo habitual.

—Lo consientes de más—hablo una voz a su espalda, ella se giro y vio a Hiruma recargado en la pared del club.

La luz que emitía la luna resaltaba su piel bronceada dejando ver consigo el espectacular cuerpo de él, si bien era delgado sabia que él estaba muy bien marcado debajo de la ropa del uniforme.

—No es eso…

— ¿Y bien? Dijiste que tenias una teoría sobre mi—la interrumpió.

Ella estaba de frente a un par de metros de distancia con él, sonrió y se armo de fuerza para no tartamudear. Dejo de mirarlo.

—Si, tengo una—soltó suavemente.

—kekekeke ¿Y cual es?

—Me preguntaba si eran suaves y normales o si quizá eran filosos y de textura como la dentadura de un tiburón—dijo con una timidez que si no era porque él se había acercado no la habría escuchado.

—En serio, como la dentadura de un tiburón—su tono era burlón, sin no era porque se estaba controlando hubiera soltado mil carcajadas.

—Sí—gruño ella al notar en su voz que se burlaba de ella como lo hacia varias veces.
averígualo maldita manager

Estaba pérdida mirando hacia la nada que no noto que él se había acercado lo suficiente como para que las respiraciones de ambos chocaran. Sintió entonces los finos labios de él contra los suyos.

Fue un movimiento que la llevo a sabe que lugar de ida y vuelta.

El beso se volvió más fuerte, más posesivo y entonces reacciono, rodeo su cuello con los brazos y se acerco más a él quien sorprendido rio en el beso. Respondió con dulzura y fiereza sorprendiéndolo aun más. Fue cuando el aire fue reclamado por sus pulmones que se separaron.
Ella lo miro y se sonrojo violentamente.

— ¿Y como son? —pregunto él.

—Suaves—contesto.

Volvieron a unir sus labios en un beso que duro más que el anterior, como si ambos necesitaran en demasía uno del otro, la lucha por dominio era intensa haciendo del beso uno delicioso para ambos.

Pasaron unos minutos antes de que entraran al interior del club, ella preparo las cosas que se utilizarían al día siguiente mientras que él estaba sentado con su ordenador al frente escribiendo a una velocidad increíble sin siquiera parpadear. Teniendo listo ya todo, él se paro y guardo sus cosas ella lo espero recargada en el marco de la puerta mirando hacia el cielo poblado de infinitas estrellas.

Él la tomo de la cintura y salieron caminando hacia la casa de ella. El silencio de la caminata era sin dudas muy cómodo para ambos, hasta que él rompió el silencio.

— ¿Qué tanto piensas maldito ángel? —pregunto mirando hacia la chica de mirada ausente.

—En nada importante—se volvió a mirarlo y sonreírle.

—Kekeke—se limito a reír—Me estas haciendo débil maldita mujer—pensó para sus adentros.

Faltando unas casas para llegar a la de ella volvió a tomar sus labios con rudeza, ella titirito un poco pero no tardo en contestarle.

Suaves, definitivamente son suaves…Youichi

Notas del autor:
Ok, esto lo soñé anoche y pues aprovechando mi tiempo libre lo escribí para ustedes, debo decir que fue un lindo lindo sueño. Jajaja, es algo que siempre me preguntaba yo también, si eran suaves o filosos, y pues bueno Mamori ya lo confirmo…aunque personalmente hubiera preferido confirmarlo yo. xD
Y es que bueno, ¿Quiénes no sentimos esa curiosidad…?
Y creo que si que me inspiré escuchando música relajante de piano que bueno…me encanta.
Agradezco sus comentarios y quejas
Gracias por leer
Les quiere
Kyrie HawkTem
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