jueves, 11 de abril de 2013

PAM 10 Halloween


Aclaro: los personajes utilizados no me pertenecen. La historia es completamente mía.

Halloween

—¿Lo sentiste?—pregunté sorprendida, él movió la cabeza afirmando—Se movió…—mordí mi labio mientras una lagrima de felicidad caía libre por mis mejillas.

Mis bebes se movieron por primera vez...

Esa noche no pude dormir, mi mente divagaba por la amplia habitación recordando lo que mi cuerpo sintió hacia unas horas…mis bebés se movieron. Fue tan leve el instante pero tan grande mi emoción ¡Kami te juro que no puedo dejar de pensar en ellos! Cada parte del día, cada momento ¡En cada instante pienso en ellos! Ya sea dormida o despierta no paro de imaginar sus pequeñas caritas.

¿Se parecerán a mi o a Youichi? ¿Tendrán el color de mi cabello y mis ojos o tendrán los ojos y cabello de su padre? ¡Kami, la curiosidad es grande!

Me removí entre las sabanas y miré a mi demonio durmiente, parecía un ángel, seguí con mi mirada al reloj de mesita y este marcaba las 2:30 am. Sonreí y con sumo cuidado me levanté de la cómoda cama, no tenia ánimos de estar echada ahí si no dormiría. Me puse mi bata rosa y camine hacia el balcón de mi habitación y una vez ahí me dedique a mirar el estrellado cielo ¿Quién imaginaria que hacia unas horas estaba lloviendo? Vaya clima tan más loco y raro.

Suspiré y toque mi redondo vientre, en unos días más entraría en la etapa del sexto mes de embarazo y mi vientre no había crecido mucho, me preocupaba eso, quizá yo no estaba comiendo bien pero eso era una tontería estaba comiendo muy bien creo que de más…solo un poco. Según el doctor mi vientre no crecería mucho como cuando es un sólo bebé.

¿Cómo habrá vivido mi madre mi embarazo?

¡Mi madre!

Me aleje del balcón y tome el teléfono de mi bolsa, marque a casa y espere; si no estoy mal allá debe ser medio día.

—¿Hola?—dijo la voz del otro lado.

—Hola mamá—contesté apenada—¿Cómo estas?

—¡Mamori hija, eres una desnaturalizada!—soltó sin más—¡Mira que tenerme tan abandonada!

—Lo siento mamá, es que mi mente esta loca y me olvido de todo—intenté disculparme aunque de antemano sabia sería en vano.

—Hija lo único que se de ustedes es que tu marido esta en playoffs—murmuró, en su voz note un deje de tristeza—¿Acaso te has olvidado de mi? ¿Cuándo piensas visitarme cariño?

—Te prometo llamar más seguido—suspiré, no me gustaba escucharla así pero en fin era mi culpa
—Te pondré al corriente.

Escuche su chillido emocionado y sonreí mientras volvía al balcón.

Pasé las siguientes dos horas contándole lo que había sido de nosotros estos dos meses, las cuestiones de mi embarazo, las locas ideas de Suzuna y me disculpe tantas veces que perdí la cuenta.

—Mamori hija ¡Me haces tan feliz!—chilló mi madre y mi corazón salto—No sólo me harás una abuela joven y bella sino que también serán dos hermosos niños—me eché a reír tan alto que hasta me dolió.

—Tranquila madre, pareciera que serán tus hijos—reímos y mire hacia la habitación, al parecer mi fuerte risa no despertó a Yoichi—Mamá tengo que colgar, por favor salúdame a papá y dile lo mucho que lo quiero.

—Claro cariño—contesto—cuando llegue a casa le contare todo, nosotros también te queremos hija—sonreí—Cuídate y sigue con tu rutina, recuerda incluirme en ella esta vez.

—Lo haré mamá, te quiero—me despedí y colgué la llamada.

Suspiré y acaricié mi cabello, se ve tan lindo cuando esta largo. Mire hacia el cielo que comenzaba a tomar tonos azulados y naranjas oscuros hasta que una bocanada de viento me hizo estremecer.

—¿Qué demonios haces ahí afuera?—me giré y vi a Yoichi rascarse la nuca y soltar un bostezo.

—Llamé a mamá—contesté y me acerque a él.

—Crees que no lo sé—lo miré arqueando la ceja—Los gritos de la jodida tía son más fuertes que el ladrido de Cerberos.

Le di un codazo en el costado que lo hizo toser y reír—¿Comparas los gritos de mi madre con los ladridos de Cerberos?—

—Cerberos no es la única opción—le di otro codazo.

—Idiota—susurré mientras me rodeaba con sus brazos en aquel lugar donde solía estar mi pequeña cintura.

—Ya lárgate a la jodida cama antes de que te caigas sobre mi y me aplastes—fruncí el ceño ¿Me esta llamando gorda?

—¿Qué insinúas con tu comentario?—espeté apretando mis labios e inflando mis mejillas.

—Nada—se encogió de hombros dibujando en su cara su maldita sonrisa burlona.

—¡Claro que sí!—un deje de ira me lleno en cuestión de segundos…tiempo record.

—¿Y que estoy insinuando según tu?—sonrió de para a par mirándome directo.

—Imbécil—mis labios se contrajeron aun más.

—Caso cerrado.

—No—musité tomando su camisa para evitar que se fuera.

—Esto es jodidamente divertido—murmuró en mi oído—Entonces…

—Me llamaste gorda—hice un puchero y le di la espalda.

—Kekeke—me giro—Yo no dije eso—tomo de mi mano y me llevo hasta la cama—Estas cargando con los dos cachorros es jodidamente natural que estén creciendo.

—¿Ca…Cachorros?—¿Cómo…en serio les llamo así?

Mi ira desapareció.

—Sólo duérmete Mamori, no creo que dormir en el sofá más tarde sea buena idea—sonreí.

—Esta bien—hice un puchero y él sonrió.

Me acomode en la cama y él encendió el televisor seleccionando el canal de noticias. Lo seguí con la mirada, tomo un par de cosas del armario y salió de la habitación, si mal no estaba hoy era domingo y su día de descanso entonces estaría en el gimnasio.

Estas cargando con los dos cachorros es jodidamente natural que estén creciendo y no creo que dormir en el sofá más tarde sea buena idea.

Sonreí al recordar. Él jamás lo diría abiertamente pero siempre me daba pistas, se preocupaba por mí y por los bebés, desde que le dije—a mi terrible manera—que estaba embarazada él no había dicho otras cosas que no fueran maldita osa dormilona, tragadora compulsiva de helado y monstruo devorador de pastelillos, no que yo recordara había mencionado algo sobre los bebés.

Toque mi vientre y cerré los ojos. Aunque los llamara cachorros me pareció un gesto tan tierno y hermoso que mataría para regresar el tiempo tomar mi cámara y grabar el momento preciso en que los llamo así. Yoichi jamás seria el típico padre que anda detrás de sus hijos y les sobreprotege de los demás. No él seria un buen padre, uno que les de su espacio y libertad cuidándolos desde las sombras y vigilando que nadie se atreva a herirlos. Suena torcido pero me parece maravilloso.

Él será un buen padre a su manera y estoy ansiosa por verlo.

Cerré mis ojos, el reloj del televisor indicaban las 5:30 am cuando me quede completa y profundamente dormida.
.
.
.
"Semana 24 de embarazo"

Alrededor de la semana 24 de embarazo, el feto empieza a percibir los primeros estímulos del mundo exterior. Casi todos sus pequeños órganos sensoriales (oído, olfato, papilas gustativas y nervios del tacto) están ya maduros. Esta etapa es clave porque tu bebé empieza a interpretar el mundo, a interactuar, explorar, aprender. Para empezar, se va familiarizando con olores y sabores del exterior y de la propia madre (como los de la leche) a través del líquido amniótico. Si le gustan, esto lo animará a comer cuando nazca.

El único sentido que tu pequeño todavía no experimenta durante estas semanas es el de la vista. Puede percibir algún brillo de una luz fuerte como la del sol, pero el útero tiene las paredes muy gruesas y es muy oscuro. Aún así, los bebés abren y cierran los ojos en esta etapa. Este movimiento es el precursor del reflejo del parpadeo.

Ya superará el medio kilo y crecerá hasta los 28-30 centímetros (21 centímetros)
.
A pasado ya un mes desde que Yoichi llamo "cachorros" a los bebés y hasta ahora no ha hecho comentario alguno mi embarazo acababa de terminar la semana 24 y comenzaría con la semana 25 en. Estamos a finales de octubre y faltaba una semana para Halloween por lo que a Yoichi se le ocurrió la fantástica idea de hacer llorar a los niños del miedo, como era de esperarse se arrepintió después de que le reclamara algunas cositas y se fastidiara por mi intensa "actividad mamá gallina"

Nuestra residencia se encontraba en una zona exclusiva pero no por eso significaba paz y quietud, los parques cercanos estaban llenos de pequeños niños que salían a jugar por la tarde hasta que cayera la noche. Algunos los conocía ya que de vez en cuando se animaban a pedirle un autógrafo a Yoichi y él a regañadientes aceptaba ya con el tiempo se acostumbro incluso llego a darles unos cuantos entrenamientos a los niños sacrificando los domingos, sus días libres.

Alcé la vista y sonreí, ahí estaba él colocando algunas calabazas con unas caras realmente horripilantes y arreglando el jardín de la entrada con sus "juguetes" realmente horribles, arañas, murciélagos y muchas alimañas negras había regadas por doquier. Había comprado también algunos muñecos mecánicos con sensores de movimiento eran una bruja, un esqueleto y varias tumbas que contenían música de ultratumba.

—¡Je!—sonrió al ver terminada su obra maestra—Si esos jodidos enanos quieren sus asquerosos dulces deberán pasar por este campo minado y llegar hasta la puerta con los pantalones secos.

—Eres terrible—me levante de la silla que estaba a un lado de la puerta negra de madera y deje mi librillo azul—Son niños.

—El jodido premio son esos asquerosos dulces que tanto te gustan—se giro para verme—Nada es gratis.

Mordí mi labio y sonreí

—Solo espero que a tus hijos no les des un terrible Halloween—me acerque a él quien solo ensancho la sonrisa.

—Les esperan cosas peores—sonrió

—Y ahí estaré yo para impedirlo—conteste dándole un beso en la mejilla. Regrese a mi asiento tomando el libro para leer la siguiente semana, mire a Yoichi que seguía maquilando sus planes en su mente…tiene 22 años pero cuando se trata de hacer bromas pesadas a los niños que ahora aprecia se convierte en uno de ellos.

"Semana 25 del embarazo"

Sabemos que a las 25 semanas de embarazo el niño ya tendrá pestañas. Sin embargo, el color de los ojos no se desarrolla por completo. Esto se debe a que algunos pigmentos necesitan luz para acabar de formarse. De hecho, los ojos de tu bebé pueden cambiar en las primeras semanas de vida. Los asiáticos y los africanos nacen con ojitos marrones o grises y acaban teniéndolos oscuros o negros. Los caucásicos suelen nacer con ojos claros, pero cuando maduran no tienen porqué conservarlos, posiblemente acaben con ojos verdes o marrones.

Antes creíamos que el color de los ojos estaba determinado por un solo gen. Nuevas investigaciones nos han demostrado que realmente son varios genes, así que es imposible saber qué ojitos tendrá tu bebé sólo mirando el de los progenitores.

El sentido que más se desarrolla a partir de esta semana 25 de embarazo es el oído. El niño está muy aislado, pero las ondas sonoras viajan más rápido por el líquido amniótico que por el aire. Como consecuencia, tu pequeño empieza a escuchar los primeros sonidos, principalmente tus gorgoteos y los murmullos de tu cuerpo. También percibirá ruidos que él mismo produce, como sus chapoteos en el líquido amniótico o el movimiento del los líquidos producido por las ondas ultrasónicas de las ecografías.

Aunque los ultrasonidos no son percibidos por el oído humano, las ondas agitan el fluido de la bolsa amniótica y el pequeño puede percibir su sonido. Del mundo exterior, podrán llegarle conversaciones, ruidos estridentes y música. Con todo, los soniditos de la mamá siempre serán diferentes del resto, porque viajan a través de los fluidos de los dos cuerpos. Ésta es una de las muchas explicaciones que se da a la especial relación que establecen madres e hijos desde el nacimiento.

Durante la semana 25 de embarazo seguirá entorno a los 30 centímetros (22 cm de longitud CRL) y aumentará su peso hasta los 600-700gr

Me burle de mi misma, y yo que creía se podía determinar el color de los ojos por los de los progenitores.
.
.
.
—Yoichi por favor—suplique por enésima vez—acompáñame.

—Me jodi la mano no el cerebro—contestó y yo gruñí.

Me mordí el labio de solo recordarlo, el partido de la semana pasada contra Cincinnati Bengals donde juega como lineman Gaou, Yoichi al verse abajo en el marcador se vio obligado a utilizar su estúpida carta de sacrificio. Gaou y compañía cayeron pero Gaou no es cualquier tonto y antes de que el pase se diera se lanzo sobre Yoichi causándole una contractura en el brazo derecho y lesiones en parte de la muñeca y dedos. De nada sirvió, el partido se perdió y para cuando regreso a casa yo estaba hecha una furia por su gran estupidez.

—Y de quien fue la culpa—musité.

—Del jodido equipo que no entendió por completo la estúpida jugada—contestó con la mirada la televisor.

—Levanta tu maldito trasero y acompáñame a la cita—me miro con una ceja levantada.

—Puedes ir tu sola, estoy cansado.

Mordí mi labio tan fuerte que lo hice sangrar.

—Iría yo sola, pero no puedo…yo…no puedo conducir bien—toqué mi vientre y él se rio un poco sin dejar de mirarme—. Si no lo haces arruinare tu lindo cementerio y daré los dulces en la entrada del jardín.

Touchdown para Mamori

Gruño y yo sonreí. Tomo las llaves del auto y me tomo del brazo me susurro un "me la debes" y salimos con rumbo a mi cita programada.

Ya en el auto me acomodé y me coloqué el cinturón de seguridad, apenas avanzamos un poco sentí como mis entrañas se contraían un escalofrió me recorría y un dolor punzante pero aguantable recorría mi espalda con velocidad me llego de pronto.

Solté un gritillo.

Comencé a hiperventilar mareándome por el pequeño dolor pero soportándolo. Deje caer mi cabeza sobre la palma de mi mano y me tranquilice sintiendo mucho movimiento en mi vientre.
Recargué mi espalda en el asiento aun con la mano en la cara, el mareo se incremento mientras que el dolor punzante en mi espalda se desvanecía.

—Me dolió—gemí tragando aire.

—¿Estas bien?—no sentía el auto moverse pero no me atreví a mirarlo. Asentí.—¿Qué diablos fue eso?

—No lo sé—respondí—me dio un dolor repentino en la espalda, como cuando te entierras una espina…o varias al mismo tiempo.

Parpadeé carias veces hasta que me tranquilice…hiperventilar no fue una buena idea. Me tomo del mentón y me hizo mirarlo, sentía sus ojos verdes examinar cada parte de mi cuerpo en busca de algo que explicara mi comportamiento, después examino el asiento sin encontrar una posible causa de mi dolor volvió su mirada a mi…su mueca seria no cambio pero lucia consternado. Me sonroje cuando sus ojos se posaron en los míos.

—Estoy bien—sonreí.

Se acomodo en su asiento y me miro de reojo. Puso el auto en marcha y yo me tranquilice acomodándome mejor en el asiento dejando caer mi mano sobre mi vientre. Pasados los minutos y después de que ya me repusiera saque mi librillo de pastas azules, si mal no recordaba la ultima vez que lo leí fue cuando entraba en la semana 25 y Yoichi acomodaba su terrorífico cementerio para Halloween y comencé a ojearlo para leer la nueva pagina.

"Semana 26 de embarazo"

A partir de la semana 26 de embarazo el pequeñín hará sus primeros gestos y arrumacos. Igualmente, empezará a hacer uso de más reflejos importantes como el reflejo labial de succión, dado que empieza a chuparse el dedo con virulencia. La mayor parte del día, tu bebé estará durmiendo. Así que el tiempo que pase despierto tendrá más energía y, por tanto, estará muy alerta a todo lo que sucede en su entorno.

Cuando oiga ruidos repentinos, sacará sus reflejos de protección extendiendo sus brazos y piernas como mecanismo de autodefensa. Hoy en día, con las comodidades de la vida humana, este instinto no se hace tan necesario como lo era para nuestros antepasados. Sin embargo, otros reflejos sí lo son. Es el caso del reflejo que consiste en ingerir medio litro de líquido amniótico al día. Esta tendencia natural ayuda a que el sistema digestivo se desarrolle bien.
En la semana 26 del embarazo tu bebé va a por los 31-34 centímetros (23 cm delongitud) y los 800 gramos de peso.

—Ya entiendo—solté de repente—el bebé se movió brusco porque yo grite…

Yoichi bufo.

Llegamos al hospital y después de una revisión de rutina y unas cuantas pastillas de hierro y vitaminas regresamos a casa. Aumente dos kilogramos y los bebés estaban bien. A palabras del doctor lo que sentí en el auto fue una pequeña contracción, sentiré muchas más ya que estas me prepararan para el día del parto.

Salimos del lugar y me consterne, Yoichi había estado muy serio todo el tiempo pero por más que le preguntara la respuesta era la misma "no tengo nada jodido ángel"

Casi llegando a casa vimos a varios niños disfrazados con sus bolsas para dulces y al parecer eso cambio su estado de animo, juraría que hasta lo escuche reír cuando al llegar a casa escuchamos unos gritillos gracias a la horrible bruja mecánica y su estruendosa carcajada.

Esa noche fue divertida, Hiruma se disfrazo de vampiro y cada que tenia oportunidad asustaba a sus pupilos, yo tome una de las narices postizas de la caja donde estaba la bruja y una túnica negra, un sombrero en punta y lista disfrazada de bruja. Me encargué de tranquilizar a varios niños que si se asustaron dándoles más dulces como recompensa por ser valientes y algunos padres de familia que llegaban hasta mi con sus niños por algunos dulces se veían algo pálidos.
Pero en fin Halloween es Halloween la fecha favorita de mi demonio.

Después de varias horas de sustos, carcajadas y ladridos de Cerberos apagamos todo y nos fuimos a dormir. En la televisión pasarían un espacial de horror que Yoichi no se quería perder, así que después de cenar algo delicioso lo deje en la cama y fui a darme un buen baño, hacia unos días mis pechos habían estado secretando una sustancia extraña que me daba un poco de malestar y terminaba dándome tres baños al día, luego investigaría de que se trataba esa curiosa sustancia.

Terminando mi merecida ducha salí del baño y me acomode en la cama, como mi vientre tenia la forma de un balón de Basquetbol no podía dormir completamente recostada, ahora tenia que poner varias almohadas detrás mío para hacer soporte una vez mi cuerpo cómodo me abrace de Yoichi para ver la televisión…la película era horripilante…

El bebé al tercer mes
En el sexto mes de embarazo, su cara ya está casi terminada y adquiere una capita de grasa debajo de la piel. Está despierto y se mueve mucho. A partir de la semana 26 puede sentir dolor

Sexto mes de embarazo
A estas alturas, en el mes 6 de embarazo, has podido aumentar unos 2-3 kg y te sientes pesada o con los pies hinchados. Tus pechos pueden secretar calostrocomo preparación para la lactancia. Si vas a tener estrías durante el embarazo, este es el momento en el que empezarán a aparecer. Tu cuerpo se desequilibra por el peso y tu columna se modifica para compensarlo. Puedes notar las contracciones de Braxton Hicks, que preparan tu cuerpo para el parto. Tu abdomen se pondrá duro.

Omake

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!

El joven se removió entre las sabanas soltando a su mujer de su abrazo, al escuchar el chillón tono de llamada, miro el reloj digital 3:30 am, quien quiera que fuera estaba enfermo por llamar a esas horas, tomo el móvil y miro la pantalla.

"Jodido viejo"

Maldijo por dentro y salió de la cama para no despertar a la figura durmiente que se encontraba en ella, camino escaleras abajo y se ubico en la cocina.

—¿Qué?—gruño el rubio.

—Perdona, acá son las 5:30 pm—contestó la voz burlona de Musashi—¿Llame en mal momento?

—¿Qué carajo quieres? —gruñó el rubio mirando por la ventana…se maldijo mentalmente otra vez, había dejado a Cerberos libre y ahora tendría que lidiar con su mujer bipolar cuando viera los jodidos destrozos del can.

—Así que Mamori-san esta embarazada—musitó el carpintero—Gracias por avisar.

—Jodete imbécil—río el moreno—¿Por qué tendría que decírtelo?—tomo un vaso y se sirvió agua fresca.

—¿Olvidas que tienes con nosotros una familia, verdad idiota?

—Eres libre de venir cuando se te de la jodida gana—gruñó al escuchar las risas de su amigo.

—Quizá la madre de Mamori pueda ir conmigo, cuando me lo contó se veía emocionada—

Ni que se te ocurra jodido viejo—murmuro para sí, si lo hacia le metería mil balas por el culo. La tía no era mala persona, era buena, pero sí que le sacaba de quicio de vez en cuando…y más porque era muy buena para hablar y hablar y hablar hasta por los codos. Además que le armaría escándalo y medio para presumir a su hija ante la sociedad japonesa la cual ahora seguro estaría en shock al enterarse de que el comandante del infierno más temido en el país nipón seria padre. Esa mujer era intrigante para él. Aunque pensándolo bien no será del todo malo, ahora cerraría el hocico de todos los imbéciles que decían que ellos dos no durarían mucho tiempo juntos…son tan opuestos…que se jodan los estúpidos.

—Háblalo con ella no es asunto mío, si quiere ver a su jodida madre que lo haga—la risa de Musashi aumento. Tomo el líquido de golpe.

—Te han dominado demonio jodido—

—Jodido tú imbécil…no conoces a esa mujer— rió y cortó la llamada.

Regreso maldiciendo a esa mujer chismosa y al jodido anciano. Se metió a la cama y se dispuso a dormir, acomodando su cabeza en el vientre de su mujer abrió los ojos desmesuradamente poniendo mucha atención y guardando sumo silencio…sonrió, los había escuchado levemente en la ecografía de hacia unas horas, sorprendido de cuan intensa conexión sentía ahora al escuchar con un poco más de claridad los latidos de sus cachorros.


¡Espero sus comentarios!
Como saben son mi sueldo emocional.
¿Me pregunto que hará Hiruma cuando sus cachorros nazcan, estén un poco grandes y sea Halloween? En realidad sí lo sé pero me gustaría conocer su opinión.
¿Se lo imaginan? ¿Qué hará Mamori al respecto? ¿Se imaginan algún disfraz en espacial?
.Comenten.
Coldplay mi inspiración en este cap.
Les quiere
Kyrie HawkTem

PAM 9 Necesidades


Aclaro: los personajes utilizados no me pertenecen. La historia es completamente mia.
Advertencia, este cap contiene situaciones de escenas sexuales casi al inicio de la historia. Pueden leer desde el: *** o pueden leer por completo el capitulo—solo—bajo su responsabilidad.

Necesidades

Los brillantes rayos del sol penetraban sigilosos por la ventana. Nuestra habitación aquella mañana tenía algo especial, una luminosidad distinta y hermosa. Desperté de mi su sueño apacible arrastrada por la sensación de tibieza y humedad que recorría mi piel desnuda. Mis manos rodaron la tela atrapada entre mis piernas, recorriendo raudas cada una de las partes de su cuerpo. Y luego sentí su calor, ceñirse sutilmente sobre mi piel.

La molesta luz comenzó a cegar mis ojos, me removí en las sabanas buscando apartarme de ella.
Escuche un gruñido.

Sonreí, deliciosos recuerdos de la noche anterior invadieron mi mente, inevitablemente me sonroje y me giré para encontrarme con mi demonio personal. Aún dormía, cabello revuelto y labios entreabiertos liberando pequeños ronquidos. Mi sonrisa se ensancho aun más, Youichi lucia un par de años menor, tan adorable. Nunca lo diría a nadie ya que si lo hacia sería prácticamente considerada una lunática por decir que el demonio más temido de Tokio y la NFL se veía tan angelical mientras dormía. Además ¿Por qué tendría que decirlo? Era un privilegio solo mío el verle dormir de nadie más.

Mordí mi labio mientras me giraba para tenerlo de frente, nacieron en mi unas ganar increíbles de abrazarlo y acomodar mi cabeza en su fuerte pecho, pero su agarre era tan fuerte que dejé de luchar y volví a recostarme en la misma posición en la cual había caído rendida al sueño. Hice un puchero por mi derrota. Suspire al sentir los brazos de Youichi apretarme más a él.

Parpadeé varias veces y sentí mi cara arder cuando rozamos nuestros cuerpos aún más y note lo escasamente vestidos que estábamos. Por lo general después del sexo yo tomo su camisa y mis bragas y él se pone sus pantalones de dormir, al parecer anoche fue la excepción. La verdad ni siquiera se cuando rayos caí profundamente dormida, lo único que recuerdo de esa delirante noche fueron los brazos de Youichi rodeando mi cuerpo y un murmullo cerca de mi oreja parecido a una canción de cuna.

Lancé una mirada por la habitación, había ropa tirada por todas partes, zapatos y mis libros coloridos en la mesita de noche sobre el reloj despertador, mire la hora y abrí los ojos a la par, eran casi las 11:00 am y aun seguíamos en la cama, y por si fuera poco no tenia intención alguna de levantarme. Me he vuelto perezosa y mucho.

Cerré los ojos aunque por poco tiempo ya que el sonido de los acordes de guitarra eléctrica y la vibración retumbando sobre una superficie de madera hacia que el sonido hueco me sobresaltara y sobretodo por el volumen de la canción. Era el celular de Youichi y si no me equivocaba la canción era de Green Day, Holiday si mal no recordaba. Era tal mi pereza que no quise estirarme para tomar el móvil.

La canción cesó pero al cabo de unos segundos volvió a resonar en la habitación. Hundí mi cabeza en las sabanas y finalmente me gire para abrazar a Youichi. Seguí ignorando el molesto ruido hasta que paró y me escondí en las sabanas tratando de cubrir mi cuerpo para seguir abrazando a mi demonio durmiente sin sentir incomodas sensaciones en mi cuerpo.

Paso un corto tiempo hasta que él comenzó a moverse.

—¿Qué jodida hora es? Maldito ángel—cerré los ojos embriagada por su aroma.

—Son las once del día—suspiré contra su piel.

Lo sentí sonreír

Levante mi cabeza y le sonreí, me apretó a su cuerpo haciendo que dejara escapar un gemido vergonzoso cuando su mano comenzó a acariciar mi espalda baja de una forma nada inocente ¿Cuándo había retirado las sabanas con las que me cubrí? Aun no recobraba mis cinco sentidos y mi piel había comenzado arder a niveles insospechados. Mis alocadas hormonas me estaban jugando sucio igual que la noche anterior.

Entonces recordé aquellas palabras del librillo:

''En el primer trimestre, algunas mujeres no quieren hacer el amor por los malestares habituales de esta etapa.En cambio, otras tienen más deseos sexuales, especialmente por los cambios en la sensibilidad genital que provocan los cambios hormonales.

En el cuarto mes de gestación, a partir de la semana 14, el cuerpo ya se ha habituado y, cargado de hormonas, multiplica la libido de la mujer. Durante este segundo trimestre todo es más confortable, pues desaparecen muchos temores y síntomas molestos del principio. Desde entonces y hasta el sexto o séptimo mes, la mujer puede tener la actividad sexual que quiera. Incluso las hay que pueden excitarse con más facilidad y rapidez. Aumenta la hinchazón de los labios mayores y menores y también la lubricidad de la vagina, con lo que el acto sexual puede llegar a ser más placentero...''

Estoy jodida…

Mis hormonas me están dominando por completo.

De una forma ruda pero sin lastimarme me dejo debajo suyo y comenzó a besarme con parsimonia mis labios haciendo que mi mente se volviera blanca. Aún no había recobrado el razonamiento arrebatado de lo que pasó noche anterior y ya mi piel volvía a arder al borde del colapso más extremo.

¡Estaba a su entera merced!

No podía moverme, no tenía control sobre si misma. Quería tocarlo, pero mi tacto estaba nublado y mi brazo fue a parar sobre la maraña de pelo rubio.

¡Cuantas sensaciones me hacia tener su beso!

Él sonrió perverso contra mis labios rompiendo el beso para hundirse en el valle de mi cuello. Reaccione, estruje mi cuerpo contra el suyo, moviendo las caderas sobre su ya rígida anatomía.

Youichi… —chillé solo para volviera hacerme callar cuando decidió jugar con su lengua, 
succionar mi mandíbula, lamer mi cuello y morder mi clavícula. No pude abrir los ojos, arrastrada por ese placer demencial.

Me tomó por los hombros haciéndome regularizar mi respiración que estaba más que agitada. Mis manos trazaron camino recorriendo su espalda mojada con trazos raudos e intrépidos logrando erizarle la piel.

Ya más deseosa de más rodeé mis piernas con las suyas, pero poco duro mi razonamiento cuando me tomó ambas muñecas con una mano, inmovilizándome sobre mi cabeza con su mano izquierda, mientras la diestra se apoderaba de mis pechos.

Quería tocarle y hacerle sentir lo mismo que había hecho conmigo.

Pero no pude, mi cuerpo se nublo.

Besé entonces sus labios con furia y mordió mi cuello expuesto hasta marcarle. Abrí la boca y elevé mi mirada en blanco hacia el techo. Mi vista estaba tan nublada y de mi boca solo emitía gemidos incapaces de contener.

Sentí aquella mano que desde mis senos bajo con lentitud por mi vientre, siguiendo por el revés de mis piernas, atrapando mi sexo, violando mi entrada con sus hábiles dedos una y otra vez.
Sus manos hábiles me recorren. Yo sólo atinaba a suspirar y gemir, entregada a sus caricias, disfrutando cada segundo.

No puedo detener el grito que escapa de mis labios mientras siento como viola mi piel sin medidas ni reservas, tocando cada recóndito lugar, lo siento delirando de pasión cuando comienza a recorrerme completamente con su lengua, bajando por mi vientre.

La pasión me atropella y me hace perder la razón.

En un intento inicuo por tomarlo del pelo, mi mano va a parar en uno de los anchos hombros de mi quarterback y, en el arrebato eufórico de un orgasmo por llegar, clavé mis uñas con tanta fuerza como placer sentía contra la almohada que tenia más cerca. Segundos después estalle en vividos colores mientras mis pulmones reclamaban aire.

Él regresa a mis labios y me besa, haciéndome sentir el cosquilleo de su piel erizada. Me besa con más pasión de la que jamás había sentido. Suelta mis manos y como acto reflejo las enredo contra su cuello.

—Brusco…—suspiro contra sus labios y el sonríe de manera diabólica. Me deshago en sus brazos.
Entonces le tomó de la nuca haciéndolo bajar y así rastrear su cuello con la lengua de palmo a palmo, descontrolándolo, manipulándolo, enloqueciéndolo.

Finalmente, con lentitud, retira su mano de mi sexo y sin dejar de mirarme entiendo su señal. Muerdo mi labio y él sonríe acercando su erecto miembro a la ardiente cavidad húmeda que le entregaban. Nos quedamos unos segundos acariciándonos mutuamente antes de que nuestras caderas cobraran vida iniciando un lento vaivén que nos llevaba a gemir de placer.

Segundos después, con acometidas salvajes, me dejaba muy claro que era la dueña de su pasión y su locura. Me perdí en una nebulosa, mi mente se volvió en blanco producto del movimiento pélvico que me enloquecía.

Eleve mis caderas hacia él y abrí aún más mis piernas para que pudiese manejarse con soltura en y así se movió con avidez dentro de mi, con un movimiento deliberado y experto que me hizo tensar las piernas y clavar las uñas en la sábana revuelta. La invasión de su hombría me dominó y entreabrí la boca buscando respirar mientras llevaba las manos a las caderas del soberbio semental que me ultrajaba para marcarle el ritmo que iba dictando su deseo.

Y ella se dejaba llevar por un nuevo orgasmo producto de aquel movimiento pélvico desenfrenado que le calaba las entrañas, con embistes que hacían gala de la destreza de buen amante que era para mi.

Solo para mí

Lo vio a los ojos y adiviné el enorme esfuerzo que está haciendo para no sucumbir antes que yo. Me miro y le sonreí besando sus labios sin importarme que le faltara el aire tanto como a mí.
Mordí mi labio haciéndolo sangrar para finalmente gemir un "Te amo" en su sensible oído y en ese momento, el arremetió con más fuerza y sentí como se tensan nuestros cuerpos, nos recorría un cosquilleo a lo largo de la columna vertebral, los pies se arquean y la vista se le nublaba.

Explote en vividos colores y poco después sentí su calor llenarme por completo.

Exhausto se dejó caer sobre mí aprisionándome contra la cama. Estaba rendido y no podía contenerse, ni contener los latidos desbocados de su corazón. No me molesta su peso ha estas alturas ya estaba acostumbrada que después del sexo se tiraba sobre mi, me abrasé contra su húmedo cuerpo y acaricié su cabello con dulzura.
.
.
.
.

Después de una reconfortante y calurosa ducha con mi esposo bajamos a la cocina, comencé a preparar el desayuno y vi a Youichi liberar a Cerberos de "su prisión" para darle el pase al destruido jardín.

Termine de preparar el desayuno, panques con nuez y el café bien cargado para Youichi mientras que yo opte por un tazón de cereal con azúcar. Encendí la televisión y la programe en el canal de deportes. Él entro después con unos trozos de madera blanca en las manos. Me miro confundido mostrándome las tablas.

—¿Cómo carajos quedo esto así? —preguntó lanzándolas al cesto de basura para dirigirse a lavar sus manos.

—Necesito decirlo—engullí un panque—Anoche vio un gato, no me preguntes como las rompió, llegué tarde a la escena—se sentó frente a mi y lo vi darle un sorbo al café.

—No vi fragmentos de gato regados por el jodido patio.

Tosí ante su pensamiento. Cerberos no seria tan vil…¿O si?

—El pobre gato salió con vida

—Jodido perro, esta perdiendo el toque.

—Youichi—reclamé, el solo sonrió.

—Tengo que ir al jodido club en una hora—se tomó el café de golpe—no se para que carajos me quieren.

—Pero hoy es tu día libre—respondí desanimada. Quería tenerlo conmigo todo el día de ser posible. Hice un puchero que lo hizo sonreír.

—Lo sé, pero es jodidamente importante—respondió centrando su mirada en la pantalla—intenta distraerte en otras cosas, no te centres en los enanos o cuando nazcan no querrán estar mucho tiempo más contigo de lo fastidiados que los tendrás.

Mi puchero muto a una mueca de disgusto.

—Es una broma jodido ángel— rió mirándome divertido—pero en realidad dispersa esa cabezota que tienes en otras cosas.

—De acuerdo.

—La jodida patines estuvo llamándome al móvil, sé que no me busca a mi pero como estuvimos jodidamente ocupados anoche y esta mañana—me sonroje—dejo un mensaje reclamándote para que le regresaras la llamada.

—Olvide por completo que me llamaría—comenté apenada—le devolveré la llamada pronto.

—Hmm—se levanto de la mesa y subió las escaleras y se detuvo a la mitad—Esconderé los jodidos libros si no me obedeces.

Lo mire y le saque la lengua. Y continuó su camino hacia nuestra habitación.

Pasados los minutos y mientras yo limpiaba la cocina escuche el sonido de unas llaves y me gire para verle colocarse la chamarra de cuero negro. ¡Kami! Lucia tan sexy que sentí calor a pesar del clima nublado lluvioso que había afuera. Chamarra de cuero negro, camiseta de cuello alto del mismo color en un tono débil y jeans negros que resaltaban su fabuloso y bien formado trasero hacían que cualquier mortal cayera rendida. Sonreí para mis adentros mientras me acercaba a él, ese cuerpo de semi-dios griego proveniente del Olimpo era solo mío.

—Ve con cuidado ¿Si?—le pedí mientras lo tomaba del cuello y lo bajaba un poco hacia mi para besarle con cariño sus labios—ha estado lloviendo y el asfalto esta resbaloso.

—Lo sé, ya lo sé jodida mamá gallina—me tomó de la cintura para besarme otra vez.

—Podrías traerme una cubeta con nieve de chocolate—le dije sonrojada—Creo que la termine ayer—me miro con un tic en el ojo pero puede notar un pequeño sonrojo en su rostro que no entendí.

—Seguro—contestó antes de salir por la puerta.

Salí para despedirlo, le guiñe el ojo cuando subió al Mustang negro y agite mi mano despidiéndome hasta que doblo la esquina, sonreí y entre a casa.

Diablos tendría mucho que hacer, entre a la lavandería y agradecí que Youichi limpiara los desechos de Cerberos, de otra forma ya estaría vomitando por el olor como hacia unos meses, rocié un poco de aromatizante en la habitación y me dispuse a lavar las ropas sucias y algunos edredones llenos de polvo, habían anunciado en el espacio climatológico que las temperaturas bajarían y las lluvias atraerían vientos fríos del Este, y con lo friolenta que soy necesitaría varios edredones.

Una vez separada la ropa por color y comenzando el ciclo de ropa blanca salí al jardín a limpiar el desastre de Cerberos. Apenas si puse un pie afuera el canino corrió hacia mi para que le diera algo de comida. Pobre, como pude olvidarme de él. Tome su tazón y lo llene con su comida favorita, pedazos de carne y otras cosas más que vienen en la bolsa. Una vez listo mi pequeño asunto olvidado, tome la escoba y me dispuse a limpiar el lugar, tablas blancas que usaba apara separar mis rosales color rojo y rosa de césped llenaron la enorme bolsa negra para basura. 

También le acompañaron varios rosales y otros adornos del jardín como mariposas y abejitas muy lindas, tendría que comprar más para reemplazarlas.

Suspire y eche un vistazo al jardín limpio. Sonreí al imaginarme a mis dos pequeños corriendo y jugando con su padre americano. Tacleándolo y rodando por el césped mientras ella les ofrecía unas bebidas para que repusieran energías, imaginaba risas, gritos de ¡Hut! ¡Hut! y algún llanto de uno de los niños cuando se dieran un golpe o perdieran un partido contra su padre, el cual después se dejara vencer en un partido de revancha.

Seguramente seria así.

Me aseguraría que también tuviesen alguna casa del árbol, el sueño de todo niño. Entre a la casa y me dispuse a terminar mis labores domesticas.
.
.
Me encontraba preparando la comida-cena cuando el teléfono sonó haciendo que me sobresaltara de la impresión. Tomé el auricular y sorprendida lo retire antes de ponerlo en mi oreja ya escuchaba los gritos de Suzuna. Tal y como le prometí comencé a contarle todo de inicio—omití el intenso encuentro de anoche y hoy por la mañana—a final tan sonrojada que pensé mi cara explotaría. Después le di el turno de hablar y me contesto con un alegre pero para mi irritante "Te lo dije" y le agradecí por su visita anterior.

Hablamos mucho tiempo incluso cuando Youichi llego aun seguíamos hablando. Le comente que en unas semanas—aproximadamente tres ya que apenas hoy iniciaba con el quinto mes—iría a visita medica y emocionada acepto antes de que se lo pidiera.

A veces olvidaba que a pesar de haber crecido y madurado Suzuna seguía siendo la misma chica que conocí en Estados Unidos en la Dead March. Le comente que aun no fijaba fecha pero que en cuanto lo hiciera le llamaría para que se preparara para otro fin de semana solo para chicas.
Me despedí y me prepare para atender a Youichi.

—Ya era la jodida hora de que colgaras la llamada—comento soltando un bostezo—Esa jodida patines deberían cocerle la boca para que dejara de ser tan parlanchina.

—No seas así, solo nos poníamos al tanto con nuestras cosas.

—La acabas de ver el jodido fin de semana pasado.

—Ay ya cállate—murmuré sonrojada tomando un poco de agua, traía la garganta seca de tanto hablar.

—Kekeke, quiero un jodido café maldito ángel—me asecho por la espalda y me atrapo en un abrazo—Y tengo hambre también.

—Ya te daré el filete con verduras que te prepare—hable mareada por su colonia olor menta.

—¿Qué tanto hiciste hoy?—me miro mientras le daba su porción de comida.

—Lave ropa, limpie nuestro caótico patio y hable con Suzuna casi toda la tarde, ni siquiera me di cuenta de cuando oscureció—me senté frente a él con mi platillo—¿Y para que te querían?

—Detalles del jodido partido de esta semana contra el jodido chibi.

—Ya no es tan pequeño—comí unas verduras.

—Lo sé, el jodido chibi es más fuerte.

—Necesitamos nuevas estrategias—mordió la carne cual león desprende un pedazo de cebra mientras come—Más avanzadas, el maldito enano comienza a aprender.

Sonreímos y seguimos comiendo.

Más tarde esa noche vimos una película de acción mientras me comía un tazón con helado y galletas, no supe cuando me quede dormida hasta que desperté en mi cama al día siguiente.
.
.
.
Han pasado tres semanas y nuestra situación como pareja ha mejorado, Youichi es más cercano a mí y nuestros encuentros íntimos son aun mejores que nunca. Esta semana tendría mi consulta con el medico para saber la salud de mis pequeños y por supuesto Suzuna ya se encontraba conmigo desde el jueves. Yocuichi jugaría contra New York Jets el viernes por la tarde por cuestiones climatológicas fue movido para disputarse un día antes.

—¿Cómo pudieron Mamo-nee? —me preguntaba por decima ocasión Suzuna desde que llego a mi casa.

—Suzuna fue un partido muy reñido.

—Patrañas.

Pittsburg había ganada uno de los partidos catalogados como de los mejores hasta el momento el marcador de 45-43 contra el Denver de Sena. Claro que Suzuna aun no aceptaba la derrota a pesar de que ya habían pasado dos semanas del encuentro.

—You-ni y tú hicieron nuevas estrategias, Sena y yo también nos planteamos eso.

—Suzuna—reí al ver su cara de niña molesta cuando su madre le dice que el hada de los dientes existe—En verdad solo planeamos un montón de estrategias pero solo una funciono contra Sena, admítelo se ha vuelto muy inteligente para el juego.

—Bueno—acepto cuando alagué a su chico.

—Además, no estas aquí para reclamarme que Youichi haya vencido a Sena ¿O si? —cuestioné.

—Cierto—su semblante cambio a uno alegre.

—Ya casi llegamos.

Pasado el tiempo llegamos al centro medico, entramos y seguimos las instrucciones de la linda recepcionista que nos atendió con amabilidad. Llegamos al consultorio de mi doctor y este nos recibió con gusto, nos dio la señal para que tomáramos asiento y comenzó a hablar.

—¿Cómo se ha sentido señora Hiruma, aun persisten las molestias?

—Para mi fortuna ya no

—Muy bien, eso es muy bueno—tomo su estetoscopio y lo coloco en mi vientre—Suena muy bien, ambos latidos son regulares y fuertes.

Sonreí con su comentario note que Suzuna también lo hizo.

—En el libro que me dio llevo el conteo de las semanas—comenté pensando que eso facilitaría un poco las cosas.

—Perfecto, en cual esta si me hace el favor—dijo mientras encendía la maquina para iniciar una ecografía.

—Es la semana 17—me levante de mi asiento y me recosté en la camilla y al igual que el mes anterior Suzuna unto el gel en mi crecido vientre.

—Le explicare, en esta semana brazos y piernas están completamente formados y en movimiento. El cerebro desarrolla vías neuronales que permiten al feto ser sensible a otras partes de su cuerpo y a elementos de su entorno. Al tiempo que el feto empieza a moverse, también desarrolla un sentido que le hace consciente del espacio que le rodea. Este sentido -la "propiocepción-, facilita que los seres humanos podamos adaptarnos a los continuos cambios en nuestro entorno—hizo una pausa y me miro—Los gemelos, trillizos y fetos de embarazos múltiples desarrollan este sentido con ayuda de sus "hermanos", al reaccionar ante los estímulos de éstos (movimientos, patadas, etc.)

Sonreí.

—También el sistema digestivo empieza a funcionar y el feto aprende a tragar al beber líquido amniótico. Algunos de los sabores de los alimentos de la madre se transfieren al líquido amniótico e influirán en el desarrollo de las papilas gustativas del feto. Dado que los gemelos procesan los mismos alimentos, esto favorecerá que, una vez hayan crecido, tengan gustos parecidos.

—Ya veo, sonreí mirando la pantalla frente a mí.

—Ojala no se hagan adictos a tus pastelillos de crema Mamo-nee—los tres reímos y continuamos viendo la pantalla.

—El feto de un embarazo individual se encuentra a medio camino de su nacimiento. Ya pesa algo más de 450 gramos y mide entre 17,78 y 22,86 centímetros—dijo el doctor— El quinto mes marca un momento importante en el nacimiento de un feto, pero en los embarazos múltiples, la presencia de dos o más fetos significan que el espacio para crecer es limitado. Para disminuir la probabilidad del parto prematuro, el crecimiento de los fetos múltiples se desacelera gradualmente tras cinco meses en el útero.

—¿Estarán pequeños al nacer?—pregunté

—Si continua comiendo como le aconseje, los bebes nacerán con un peso de aproximadamente cercano a los tres kilogramos ni más ni menos, cuando son más de un bebe el peso varia pero nacen muy saludables.

—Ya veo.

—Vaya, vaya—Comento el doctor—¿Pueden ver esto?

—No le encuentro forma—dijo Suzuna confundida.

—Yo tampoco—respondí apenada.

—Bueno, señora Hiruma, la pantalla no me miente—me miro con una enorme sonrisa—tendrá dos varones.

—¡Qué! —exclame emocionada—Son hombres ambos.

—Así es, felicitaciones—sonrió—olvide mencionarle que cuando es un varón el pene y el escroto del feto masculino crecen y son visibles en un examen de ultrasonidos.
.
.
.
—¡Que emoción Mamo-nee! ¡Rayos! Como me gustaría estar contigo cuando le des la noticia a You-nii—comento emocionada pero algo triste al final—me gustaría sacarle una foto.

—Suzuna—reí y la mire con preocupación—Tu vuelo esta por salir…

—Vaya dilema—suspiro—Quiero quedarme contigo hasta mañana pero debo irme, perdóname.

—No tienes porque disculparte conmigo por esto, es algo que no se planea—El sábado por la tarde, cuando recién llegábamos del centro medico cuando recibió una llamada, Sena había sido lesionado en la pierna izquierda y Suzuna necesitaba atenderlo en casa—Cuídalo mucho si.

—Lo hare, y tu también cuídalos mucho.

—Tenlo por seguro—le sonreí—además Youichi jugo ayer y estará hoy en la tarde conmigo, no te preocupes, encárgate de Sena yo te llamare mañana.

—De acuerdo—subió al auto que la llevaría a aeropuerto y se despidió agitando su mano por la ventanilla del auto.

Suspire desganada y entre a la casa, estaba preocupada por Sena y por su lesión, aunque haya crecido para mi sigue siendo el mismo pequeño al que protegía de los matones.

Eran cerca de las 8:40 pm, salí y encerré a Cerberos en su "habitación" para que dejara a los pobres gatos en santa paz. Tome un poco de galletas y subí a mi habitación después de cerrar mi casa con rapidez. Tratando en vano de no temblar me metí debajo de las sabanas y me dispuse a comer mis galletas.

Horas más tarde llego Youichi, le comente del motivo por el cual Suzuna no estaba aquí y puede verle murmurar un "menos mal". Entro a la ducha y yo me relaje viendo la tv. Estaba emocionada por decirle que serán dos niños, pero una parte de mi estaba triste porque deseaba una niña. 

Quizá después tengamos otro bebé y si es una niña será la consentida de Youichi.

Sonreí con mis pensamientos, seguramente él seria posesivo como lo es conmigo, incluso podía ver en su rostro un "los matare a todos" cuando se enterara que a su pequeña la persiguen muchos admiradores. En fin quizá aun no era tiempo para una linda niña, tendría dos bebés varones y estaba más que feliz.

—¿Qué tanto piensas? Maldito ángel—di un brinco de sorpresa—Kekeke

Lo mire emocionada y el sonrió.

—Youichi—me levante de mi cómodo asiento y me acerque a él hasta abrazarlo—soy un poco torpe con esto—confesé—así que lo diré sin rodeos esta vez.

Me miro sin decir nada, en sus ojos verdes puede notar impaciencia. Mordí mi labio y tome aire

—Youichi, tendremos dos bebés varones—sonreí sin apartar mi mirada de la suya.
Sonrió de manera diabólica

—Te lo juro, eres mi jodida perdición—acorto la distancia y me beso, fue un beso suave y cargado de ternura, de esos besos que debes guardar por siempre en tu memoria porque son efímeros.
Nos separamos abruptamente.

—¿Lo sentiste?—pregunté sorprendida, él movió la cabeza afirmando—Se movió…—mordí mi labio mientras una lagrima de felicidad caía libre por mis mejillas.

Mis bebes se movieron por primera vez...

El bebé al quinto mes
En el quinto mes su cuerpo se cubre de un fino vello: el lanugo, y su piel se recubre de vernix caseosa. Además, tiene pelo, pestañas y cejas, se chupa el dedo y duerme de 18 a 20 horas al día. Se mueve por primera vez.

Quinto mes de embarazo
Alrededor del quinto mes de embarazo, notarás que tu bebé se mueve por primera vez (hacía las semanas 17 a 20). Tu ombligo puede aplanarse y salirse hacia fuera hasta después del nacimiento. Tu útero empezará a subir por encima de tu ombligo, así que despídete de tu cintura. Y al estirarse la piel de tu tripa, puede picarte. Notarás períodos de actividad y de quietud en los patrones del movimiento del bebé. El útero alcanza el nivel del ombligo y cerca de un litro de líquido amniótico llena la bolsa.

¡Hola a todas/os!
Hoy es lunes de cap y pues aquí me tienen actualizando como prometí. Espero les haya gustado el cap de hoy y sobretodo el lemmon…Kami estoy sonrojada por ello.
Ya he comenzado a responder sus comentarios, ahora cuanto con el tiempo para hacerlo. Y les agradesco su interés en la historia me hace muy feliz saber que les gusta como escribo.
Como notaron hoy no hay Omake porque…no supe que poner, se aceptan ideas y teorías :D para los omakes y la historia.
¡Espero sus comentarios!
Como saben son mi sueldo emocional.
Gracias a quienes leen y comentan y a quienes solo leen sin comentar…
Green day mi inspiración en este cap.
Les quiere
Kyrie HawkTem
’fb-root’/>