martes, 23 de julio de 2013

PAM 12 Fiestas

Aclaraciones: los personajes utilizados no me pertenece, la historia por su parte es completamente mía.

Fiestas

¡Felices fiestas navideñas! Aproveche el 30% de descuento en….

Apagué la pantalla y me acurruqué en la silla mecedora que Youichi me había traído—a base de suplicas, burlas y gritos—para mi confort. Me apreté a las suaves cobijas color verde menta que me había regalado mi madre hacía un par de semanas atrás cuando nos dio una visita sorpresa junto con mi padre.

Creo que casi me infarté cuando los vi llegar, ese día teníamos visitas; Jummonji y su linda novia Caroline nos visitaban, en parte para saludarme a mí y mi nueva enorme panza y para trazar planes para el próximo juego. En realidad mi mente estaba hundida en un mar gris de emociones, peleando para decidir si estaba feliz o sorprendida por ver a mis padres o si en realidad estaba molesta por que no se tomaron la molestia de avisar…fue un desastre. Pero al menos mi madre me rescató para la hora de la cena luciéndose como acostumbra con la comida.

Mire por la ventana la abultada cortina gris que cubría el cielo, había nevado gran parte del día. Estoy comenzando la segunda semana del séptimo mes y había estado tomando nota sobre lo acontecido en mi hinchado vientre, en esta semana mis bebés se habían movido en promedio dos veces por día y las contracciones eran un poco más frecuentes pero soportables. En promedio estas venían al menos dos veces al día lo que para mi era genial.

Me levanté de la silla mecedora, tenía hambre y aun debía terminar de envolver algunos regalos además de telefonear a Suzuna. Una vez en la cocina rodee la isla-comedor y abrí el refrigerador, tomé un tazón con flan que me había hecho mi madre su ultimo día de visita y me lo trague como si no hubiera comido en días. Mi apetito se había vuelto muy voraz a tal punto que comía cinco o seis veces al día, claro que equilibrando—en muy poca medida—las verduras, carnes y azucares que debía comer. He aumentado casi seis kilos y puedo decir que estoy feliz por ello, ya que eso significa que los bebés están aumentando su peso también.

Dejé el tazón en el fregadero y de encamine a la sala principal tomando de paso el teléfono de la cocina, me acomode en la alfombra negra y marqué el numero móvil de Suzuna acomodándome más para terminar de envolver los últimos seis regalos. Mamá y papá habían prometido pasar la navidad y año nuevo con nosotros así que Suzuna y Sena podrían acompañarlos de modo que la cantidad de regalos se extendió.

Youichi en cambio se comportaba como de costumbre, después del momento que ocurrió la semana pasada en el que exorcizó a sus fantasmas frente a mi, ha estado conmigo mucho más tiempo del que debería ya que se esta jugando el pase para la final de la Conferencia Americana. Sus entrenamientos son extensos y suele llegar a casa pasadas las seis de la tarde pero llama dos o tres veces al día, acepto de buena gana mi idea de pasar unas fiestas navideñas juntos y me acompaño a comprar algunos regalos

¿Podría ser más lindo?

Termine la llamada para Suzuna, era raro que no contestara. Tome un papel en color azul metálico y envolví la caja blanca que contenía el regalo para Sena, quizá cuando Suzuna vea la llamada perdida me llame. Cuando le conté la idea de pasar las fiestas juntos juro que me quede sorda del lado derecho, Kami grito eufórica por casi diez minutos, quizá por eso no contestaba, seguía afónica o estaba entretenida haciendo compras; su deporte favorito.

El silencio que había en casa me incomodo, eché un vistazo a mi alrededor, la inmensa sala estaba adornada con elegancia, toques navideños en colores plata y bronce, guirnaldas color gris con brillos envolvían el árbol natural de cuyas ramas colgaban esferas doradas, plateadas y color gris y bronce. Adornos como guantes y algunos que otros botines color blanco junto con campanas plateadas que repicaban sopranos cuando las movías. Elegante y formal. Algo diferente a lo acostumbrado, sin tantos colores rojos y verdes.

Al otro lado del salón los sofás de piel negra que se encontraban pegados a la esquina formando una L invertida adornaban el lugar junto con la mesita de madera para el té, la alfombra negra y las cortinas blancas abiertas que eran sostenidas por un fino metal negro con adornos de pinta a punta. Hacían del marco de la ventana una vista espectacular hacia el jardín y la casita de Cerberos que—por la nevada—dormía cómodamente en un cojín de satén negro junto a la chimenea que sostenía el plasma de 50' pulgadas, el bebé de Youichi.

Encendí la pantalla y cambie repetidamente hasta que me decidí por un canal de música clásica, en la pantalla aparecieron personas portando mascaras de multicolores y de aspectos extravagantes junto a un hombre que tocaba de forma majestuosa el violín. Parecía un baile de mascaras del siglo XV, en la pantalla en la parte inferior derecha se aparecieron pequeñas letras blancas que me informaban que era un especial de Vivaldi y la canción que estaban interpretando: Four Seasons (Winter)

La música me atrapó y al sonido del hermoso violín comencé a envolver los regalos.

Acomode el regalo más pequeño encima de la gran torre de regalos que construí en unos días seria navidad aquí que la parte más difícil estaba lista. Los regalos.

Suspiré.

Me encamine a mi habitación para leer un poco sobre mis bebés. De regreso ya con los dos librillos en mi poder me desplome en el sofá y subí un poco el volumen para escuchar ahora Four Seasons (Autumn) me sentía en el siglo XV, me imaginaba llevando un gran vestido de color rojo carmín, donde el corsé me apretaría hasta sentir mis pulmones tocar mi columna vertebral, viviendo en un palacio, donde las velas y grandes candelabros eran los sustitutos de la luz eléctrica y en donde los bailes de mascaras y grandes fiestas se celebraban dos veces al mes. Donde los modales eran signo de tu nivel social. Un cuento de hadas…ignorando la peor parte.

Me estremecí.

Relaje mis músculos y me acomode en el sofá, mire el reloj en la pared que marcaba las cinco y treinta de la tarde, volví a suspirar y esta vez me sugerí en el mundo de mis bebés.

Sonreí

Últimamente había estado soñando mucho con ellos. Mis ganas de tenerlos en brazos podría llenar el estadio de Heinz Field, así como mi miedo para el parto también podría llenarlo y dejarlo en sobrecupo.

El sonido del teléfono me sacó de mis cavilaciones, contesté. Era Suzuna.

—¡Hola, Mamo-nee!—su vocecilla me alegro.

—Hola Suzuna, te llame hace poco—contesté.

—Sí, vi la llamada, perdona por no contestar—se disculpo—estaba haciendo compras.
Tal como sospeché.

—Lo imaginaba—reí—Te llamaba para preguntarte a que hora llegaran el dia 23

—Llegaremos en la tarde, creo que igual que tus padres…ammm, 6:30 pm. A esa hora.

—Perfecto, Youichi y yo iremos por ustedes.

—¡Genial!—contestó—Por cierto, ¿Has pensado cuando harás la fiesta para los bebés?

¿Qué?

—No se de que hablas—cosa que era cierta

—Sabes—su voz era calmada, como si hablara con un niño muy pequeño—, cuando un bebé esta por nacer, las amigas se reúnen para hacer una fiesta en su honor y darle regalos y divertirse un poco, se le llama Baby Shower y…

—Suzuna por favor…

—¡Anda es para tus bebés!

—Ya tienen muchas cosas—aunque quizá…—Pero…¿Qué tienes en mente?

—Nada…—susurró—Sólo algo para el día de navidad…tú, tu madre y yo…una fiesta un día antes de navidad…que es otra fiesta…

Sonreí.

Si la cosa era así, pequeña y en familia estaba bien.

—Naturalmente, sacaríamos a patadas a You-nii, tu padre y Sena…

—Eso me gustaría verlo…—contuve la risa. La idea no suena tan mal después de todo.

—¿Eso es un si?—pregunta con voz melosa.

—Sólo si es algo pequeño, recuerda que también es navidad—la escuche chillar.

—¡Eso es genial! —exclamó—Ya pensé en todo…

—Sabes Suzuna, yo soy la madre—

—Y una madre muy despistada—te llamaré más tarde, ahora le daré bandera verde a tú madre y prepararemos las cosas para el día que lleguemos allá.

—¿Qué tiene que ver mi madre en todo esto?

—Por primera vez yo no soy la mente maquiavélica del plan…—me dijo inocente.

—Ya verán ustedes dos cuando…

—¡Te llamo luego! —me interrumpió y colgó.

Levante la mirada y vi a Youichi de pie en la entrada principal, me miro con el ceño fruncido.
—¿Que te pasa jodida osa?—sonrió de lado—¿Porqué esa jodida cara?

Parpadee y me di cuenta que mi mandíbula casi tocaba el suelo.

—Creo que mi madre y Suzuna se han vuelto locas—mascullé.

—¿Apenas acabas de notarlo?—bufó burlón.

—Creo que era yo quien no quería darme cuenta—se acerco a mi me rodeo con sus fuertes brazos. Deje caer mi cabeza en su pecho y aspire su aroma…mi aroma favorito en el mundo: café, perfume, pólvora, menta y el mejor, Youichi.

—¿Ahora que carajos intenta hacer?

—Arrastrarme y quitarme el alma—bromee.

El rio.

—Ese es mi trabajo—levante la cara y en menos de un segundo estampo sus labios contra los míos, fue un beso suave pero posesivo…mi hombre suave y posesivo.

—Y estas haciendo un buen trabajo—suspire contra sus labios y jugueteé con su nariz. Él volvió a reír—Creo que intentan usurpar mi papel de madre.

Soltó una carcajada

—Parece que están más emocionadas que yo—murmuré.

—Creo que es imposible jodida mamá gallina—me miro a los ojos aun divertido—¿Así que las dos brujas es están aliando para quitarte a los enanos?

Solté la carcajada.

—Creo que sí.

Reímos y charlamos un poco más, le comente sobre la pequeña fiesta para los bebés y él no comento nada al respecto, pero si dijo que ni con mil demonios sacarían su trasero de la casa ese día. Y lo entiendo…

Faltaban dos días para que mis—locas—invitadas llegaran a casa así que ya tenía las habitaciones disponibles para ellos. Después de un rato de ver televisión y cenar ambos nos fuimos a la cama.


—¡Apresúrate Youichi!—grite por vigésima vez—El vuelo de mis padres llega en menos de una hora.

El tiempo volaba al igual que mis padres y Suzuna y Sena, además él me había prometido acompañarme a ir por todos ellos. ¿es que no puede hacer lo que prometió?, esta encerrado en el gimnasio que instalo en el sótano desde hacia tres horas y no para. Se hace tarde.

—Joder, mujer—gruño—Que me haya saltado el jodido entrenamiento para ser tu maldito chofer no es de mi jodido agrado.

—¡Lo prometiste!

—No recuerdo haber firmado nada—continuo—además existen los jodidos taxis.

—¡Youichi!

—Mierda.

Lo fulmine con la mirada, pero él continuaba ejercitándose. Mordí mi labio inferior y coloque mis manos en las caderas.

—No creas que eso me intimida—bufó

—Lo pro-me-tis-te—gruñí apretando los dientes.

Soltó una risa burlona y sentí una vena saltar en mi cabeza. Ya estaba superando mi nivel de molestia, ahora estaba furiosa.

—Muéstrame una jodida grabación donde diga que yo prometí ser tu jodido chofer…

—No tengo cosa alguna—bufe.

—Entonces no hay pruebas de que lo haya prometido—

—Eres imposible

—No iré.

—¡Bien! —apreté los dientes hasta hacerlos rechinar. ¡Idiota!

Me aleje del gimnasio y subí para ir a la sala, kami ¿Qué hare? No puedo conducir bien gracias a mi vientre, pero tampoco le daré el gusto de rogarle. Se senté en el sofá y mire el reloj…faltaban treinta minutos para que ellos llegaran. La desesperación se apodero de mi, ¡rayos, porque tengo que ser tan perfeccionista! Con mis manos me tape la cara intentando no llorar por la furia.

¿Qué pasa con él? ¿Estará jugando o era en serio?

Después de todo yo tengo la culpa de que faltara al entrenamiento. Por culpa de una contracción que casi me hace ir al hospital. Me hice bolita en el sofá...cada vez son más fuertes, tengo miedo que por culpa de mi temor y dolor las cosas vayan mal en el parto. Que mis bebés corran peligro por mi culpa, que pueda perderlos…No soy tan fuerte ni dura como él. Mis cambios de humor son un desastre, puedo pasar del negro al blanco y regresar al negro en un segundo…es decir, hace cinco minutos estaba hecha una furia y ahora estoy llorando de miedo por mi parto. ¿Cómo hago que esto pare? ¿Cómo diablos puedo volver a ser fuerte? ¿Cómo diablos que caído así de bajo para ser una debilucha llorona? ¡Genial! ahora estoy molesta de nuevo por mi estúpido miedo.

Trago saliva y miro el reloj, faltan 10 para las 6:30 pm. Me pongo de pie y me dirijo a la cocina para tomar las llaves mi auto. Tomo aire profundamente y lo suelto despacio trazando un mantra en mi mente puedo hacerlo. De regreso a la sal principal tomo mi bolso y me dijrijo ahora a la puerta principal, sentí como mi estomago se cayo a mis pies cuando vi a Youichi listo esperando recargado en la puerta principal con sus llaves.

Rápidamente me limpie la cara.

—¿Qué tienes? —me pregunta pasible—¿Por qué lloras?

¿Por qué lloro? Quizá por que dependo mucho de ti y soy una estúpida-miedosa-llorona-cobarde-débil. —No lo sé—

—¿A dónde crees que vas?

Ir por mis padres, Suzuna y Sena.

—Ya sabes a donde—suelta una risa y mira el suelo.

—Dame las llaves ire yo.

—No, no es necesario iré yo.

—¿Por qué?

Porque quiero probarle a mi maldita cabeza y mente que puedo hacerlo.

—Puedo ir yo sola.

—¿Bromeas? Hace media hora me gritabas que fuera.

—Ya no quiero que vayas—Ya tengo las agallas para derrotar a mi mente, hazte aun lado y déjame ir—Ya es tarde.

Su mirada se torno fría y solo deje caer la cabeza que miraba mis temblorosas manos jugar con las llaves…¿Y si no puedo hacerlo?

Sentí que se acercaba, retrocedí.

—Deja de hacer eso—siseó—Me molesta.

Me atrapo entre sus brazos y me abrazo fuerte. Mi cabeza comenzó a dar vueltas. 

Hiperventilé.

—Vamos.

Abrió la puerta y el aire helado me golpeo de forma agradable. Terca.

—Aun no llegan—me explico Sena con una sonrisa, eso me cayó como balde de agua fría—Suzuna esta en el baño, apenas llegamos.

—No todos los vuelos son puntuales maldito ángel—me miro serio pero juro que vi una sombra de burla. Fue como una bofetada con guante blanco. Me sentí como una niña regañada que creía tener la razón.

Después de veinte minutos mis padres arribaron y en cuanto nos vieron sonrieron de oreja a oreja, aunque no había rastro de duda que estaban sumamente cansados. Cuando los abrace juro que todo lo que había pasado en las últimas tres horas desapareció en un instante.

—Ni se te ocurra hacerte la dormida—me dijo Youichi mirándome severo, el rastro de buen humor de hacia quince minutos desapareció—Vas a decirme que carajos ocurrió contigo esta tarde antes de que ellos llegaran.

—No quisiera hablar de eso—murmuré escondiéndome en las cobijas.

Se acerco a la cama y encendió la lámpara de su lado, iluminando un poco la oscura habitación, eran más de las doce de la noche y después de una increíble cena y de acomodar los regalos debajo del árbol todos estábamos en nuestras habitaciones. El silencio reinaba en la casa.

—Vas a decírmelo—me contesto mientras se metía a la cama, segundos después sentí sus tibias manos tomarme de los hombros y girarme para que así estuviéramos frente a frente—Estabas hecha una jodida fiera cuando te dije que no iría—cosa que al final no fue cierta, solo par irritarte y divertirme— y me encuentro con un jodido gatito asustado y llorón cuando salgo de la ducha ¿Por qué carajos fue tanto el cambio?

—¿Recuerdas lo que me dijiste la semana pasada?—pregunte temblando…diablos ahora volvía a entrar en el estado miedosus-lloronus—Hoy en la tarde sentí lo que tu me dijiste esa vez…pero fue más fuerte—mi labio inferior comenzó a temblar—¿Por qué tengo que ser tan estúpida y débil? ¿Por qué mi mente tiene que estar hecha puré?

—No grites

Cerré la boca y me mordí los labios ¿Cuándo comencé a gritar? Sentí el rubor esparcirse por mis mejillas.

—No eres débil, eres el jodido monstruo más fuerte que conozco y estoy seguro que seria un jodido loco si alguna vez llego a pensar que eres débil—sonrió y yo me tranquilice—Tampoco eres estúpida porque de ser así, no estarías aquí conmigo, no me entenderías y créeme que eso es mucho para mi—cerro los ojos y trago aire—Además lo prometiste.

—¿Qué?

—Que jamás lo harías, dijiste que era normal sentir miedo, pero por favor que este no te ciegue—caí en cuenta, Kami ¿Qué estoy haciendo?—No lo vuelvas a pensar sólo…

—Perdoname…

—¿Porqué?

—Por comportarme como una tonta

—Ya te he perdonado eso muchas jodidas veces…
.
.
.

—Muy bien chicos, fuera de aquí—canto Suzuna mientras arrastraba a Sena y mi madre a mi padre, Youichi estaba a un lado mí observando divertido la escena.

—¡Pero Suzuna tengo hambre! ¡Aun no desayunamos nada!—exclamo Sena con mueca disgustada, mi padre le sugirió lo mismo a mi madre pero Suzuna se le adelanto.
Mordí mi labio cuando ambos hombres me miraron con suplica.

—Aaa…Youichi conoce un buen restaurante y no queda muy lejos de aquí.

—¡No!—Grito Sena en pose dramática—Moriré de hambre

¿Sena dramático? ¡Vaya, eso es nuevo!

Mire a Youichi quien seguía sonriendo de manera torcida ¿Qué tanto pensaba? ¿Realmente quería saberlo? No…de la nada se escucho un disparo.

¡Rayos! Me sobresalte…el sonido se me hizo entrañable…un momento ¿entrañable? Lo normal era que estuviera furiosa no nostálgica ¿Hacia cuánto que Youichi no disparaba un arma en casa? Nunca lo había hecho…sonreí.
.
.
.

—¡Bien, ahora que los tres chiflados se fueron! —exclamó Suzuna sonriendo de oreja a oreja sin dejar de mirarme—¡Comencemos a arreglar la sala para la fiesta!

—Investigue un poco en internet sobre todo esto y ayer por la mañana compré algunas cosas—comenté acercándome a la bolsa de color azul que contenía media fiesta adentro.

¿Cómo lo decoro?

Comencé a sacar de la bolsa las cosas que Suzuna me pidió comprar: Globos de tonos suaves, cartulinas cortadas con forma de chupete, guirnaldas en colores pastel... Sí, el embarazo es la época de la ternura,usa motivos igualmente tiernospara la decoración de tu casa y tu mesa e incluso vasosrecordé lo que decía aquella pagina, así que obedecí, casi todo era en colores pasteles; verde, amarillo y azul un poco de celeste y rojo.

—Yo prepararé la comida chicas—comento mi emocionada madre desapareciendo dejando una estela de polvo en dirección a la cocina

—Bien nosotras decoraremos—suspire sonriendo.

—De acuerdo—Suzuna tomo una bolsa color verde y de ahí saco unos papeles azul celeste. Me los entrego—Yo coloco las guirnaldas y los globos y tu pondrás los regalos por allá y las cartas…elige cinco sin verlas.

Parpadeé pero en estado de trance obedecí.

Tomé cinco cartas sin girarlas para ver lo que tenían al reverso, y las dejé en la mesita de té de la sala. Ahora acomodaría los regalos…espera ¿regalos? Cuando fuimos por ellos ayer no vi nada de eso.

—Suzuna—me gire para verla trepada sobre la chimenea poniendo un letrero que decía "Soy un niño"

—¿Qué pasa?

—¿Cuáles regalos hay que…

—Están en el…—abrió los ojos—Etto…mejor yo los acomodo—me sonrió colorada—es una sorpresa ya veras.

—De acuerdo—murmuré.

—¿Puedes poner algunos globos azules por allá…
.
.
.

Terminamos de decorar la sala, naturalmente se veía extraña en una mezcla de adornos navideños y adornos para bebés, Suzuna coloco guirnaldas con motivos de chupetes, pañales y juguetes debajo de la chimenea, dejo algunos papeles de color metálico en forma de biberones y pies de bebé tirados por toda la mesa de té, globos y de más adornos llenaron un espacio en blanco del lado izquierdo de la chimenea.

—¡La comida esta lista!—escuche a mi madre gritar desde la cocina.

—Ya voy—grito Suzuna y salió corriendo en su dirección.

Cuando ambas regresaron luche por no dejar caer la mandíbula hacia el suelo. Mi madre coloco algunas bandejas con canapés salados o unos sándwiches y unas pastitas de té en una mesita libre que estaba pegada a la pared, mi boca se hizo agua ante las exquisitas galletas decoradas y cupcakes.

—Mamá—babeé—esto esta delicioso. Te luciste como siempre.

Suzuna asintió, creo que estaba igual de hambrienta que yo.

—Ay chicas—sonrió moviendo la mano despreocupada—Preparé varias cosas hoy muy temprano así que no me tarde mucho—su coz estaba cargada de orgullo, como si hubiese ganado la medalla de oro en unos olímpicos. Kami amo a mi madre.

—Pera nada—murmure sin quitarle la vista a las galletas—esto se ve muy delicioso mamá, gracias.

—Para mi niña todo.

Sonreí y le di un abrazo.

—¡Bien! antes de comer—Suzuna ¿ahora que? —vamos a jugar un poco, Mamo-nee donde están las cartas que elegiste.

¿Jugar? ¡Demonios no! ¡Tengo hambre!
.
.
.

—Bien ya basta de jueguitos—murmure—comamos ya.

—Esta bien, esta bien—se rió mi madre—comamos y abre los regalos.

—¿Regalos?

Hasta ahora no me había dado cuenta de la enorme pila de regalos que había a un lado del árbol de navidad, ¿Por qué rayos eran tantos? Peor aún ¿Por qué no los había visto? A si tenias tanta hambre y querías terminar los juegos rápido que ni los notaste mujer, como sea…me emocione, ¡ábrelos ya!

—¿Por qué son tantos? —reí como boba tomando el regalo más grande.

—Me encargue de darles la noticia a todos los Devil Bat's—Suzuna me guiño el ojo
—Además ese chico…Musashi también me pidió darles la noticia a los chicos—mi madre sonrió—al parecer nadie lo podía creer…no lo entiendo.

Oh mamá créeme que yo sí…creo que nadie imagina ver a su ex—capitán diabólico como padre.

—¡Kami que tonta soy!—tome aire para evitar las lagrimas—me olvide de los chicos.

—Oh cariño—mire a mi madre—si te olvidabas de mi, era normal que los olvidaras a ellos.

Solté una carcajada

—Perdóname por eso mamá—sonreí.

Mire el enorme regalo y tome la cartita doblada que decía "Felicidades Anezaki-san, ojala que tus bebés no sean tan diabólicos y feos como su padre. Familia Takekura"

Mordí mi labio y sonreí. Quite la tapa de la caja y mi sonrisa se ensanchó, adentro había dos pequeñas sillas de madera de color azul con algunos dibujos grabados, balones de futbol americano, en cada una un pequeño cojín de rayas azules y celestes, dos pizarras verdes para que dibujaran, además de una bolsa para cada bebé.

—Oh Kami—me eche aire con la mano—¡Esto es tan lindo!

Saque los regalos de la caja y ambas mujeres chillaron emocionadas y enternecidas.
Después de un buen rato de grandes emociones encontradas de tristeza y nostalgia contra emoción y ternura abrí los regalos que Kurita, Los hermanos ha-ha, Yukimitsu y Komosubi me enviaron, además de otros presentes de parte de mis familiares.

En total le regalaron a los bebés: Un columpio para dada uno, de parte de Kurita, son muy prácticos y el bebé la usará mucho en sus primeros meses de vida, porque en ellas se encuentran muy cómodos. Un intercomunicador con pantalla para ver al niño de parte de Yukimitsu en su carta decía que hasta los pueden convertirse en marcos digitales una vez dejen de usarlo. Una mochila portabebés. Productos para el baño, una cesta de cosméticos, una bañera y cosméticos para baño de parte de Komosubi.

Juguetes: una manta de actividades, un gimnasio, un móvil de cuna y un doudou para que duerman. Una serie de primeros cuentos y un álbum bonito donde colocar sus fotos fueron enviados para los bebés de parte de los hermanos ha-ha. Jummonji les regalo sabanitas con dibujos de americano para la cuna y un saco para dormir junto con un robot de cocina con el que preparar sus purés.

—Hasta ahora ningún regalo se ha repetido—comento mi madre muy atenta—Es frecuente que las mujeres que van a tener un bebé reciban muchos regalos repetidos y acaben juntándose con varios trajecitos del mismo estilo que, al crecer los niños tan deprisa, no llegan ni a estrenar. Por eso—tomo una caja grande y otra mediana—Hay que saber lo que a la nueva mamá le hará más falta.

Tome su regalo y lo abrí impaciente, adentro habían cinco paquetes de pañales, cuatro biberones y una bolsa con cuatro hermosos chupetes en color rojo y azul, había ropa de colores pasteles un poco grande para cuando crecieran después de unos cuatro meses, había talco y un perfume delicioso.

—Oh mamá—la abrace—diste en el clavo.

—Y este—me dio una caja mediana—Es para ti.

—¿Para mi?

—Sí, no todo es para los bebés—me guiño un ojo y mire la caja, adentro había una pulsera de plata junto con un collar y pendientes a juego, además una pulsera con colgantes de piedras para el pie. 

¿Cuántas veces me había mordido el labio ya? Me emocione tanto que me puse la pulsera y el collar. —Gracias—sonreí.

—Ahora—Suzuna me acerco dos cajas medianas y una grande muy cuadrada—Como dicen, lo mejor para el final—se rio y la mire riendo también, mi madre solo la miro recelosa.

—Me pregunto que será—dije agitando una de las cajas pequeñas.

—Ya veras—me guiño un ojo.

—Oh Kami, Suzuna es tan…wow.

Dentro de la caja había unos títeres y dos cojines, unos botines y gorritos a juego. En la otra caja había dos mantas muy cálidas color azul cielo muy mullidas. Y en la última caja y la más grande de todas había un cochecito con dos lugares color negro y muy espacioso.

—¿Acaso no soy una genio?—me dijo cuando abrí la caja más grande—No me agradezcas.
Reímos y le di un fuerte abrazo. La pase muy bien recordando a mis viejos amigos y disfrutando al máximo de sus regalos, la comida de mi madre y claro las locuras de Suzuna.
.
.
.
.
.

—¿Qué diablos hicieron ahí abajo? —Me acomode en las cobijas—Cuando regresamos era un jodido desastre.

—Una fiesta increíble.

—Como sea, el jodido lugar parecía irreconocible—tomo sus cosas y se metió al baño.

—Tonto, limpiamos todo…además se suponía que debían llegar dos horas más tarde.

—Je! Como si fuera a aguantar el jodido frio tanto tiempo.

Sonreí y tome mi libro, mañana seria navidad, y como esta cae en martes Sena y Suzuna se quedaran un día más. Ambos tienen partido en sábado y el domingo respectivamente así que mis padres se quedaran hasta año nuevo conmigo, lo cual me hace feliz. Con el nuevo libro amarillo en mis manos—me lo entrego el doctor tres días atrás—comencé a leer algo de mi particular interés.

*Los mellizos

Tanto fuera del laboratorio como dentro, los bebés mellizos o gemelos fraternos nacen de dos óvulos fecundados por dos espermatozoides durante un mismo ciclo menstrual. Pueden ser concebidos en momentos distintos y teóricamente, incluso por padres distintos.
Cada mellizo suele crecer con su placenta y en su bolsa amniótica aunque algunas veces, las placentas se fusionan en una. Los fetos pueden ser de distinto sexo y tendrán el parecido que se espera de hermanos nacidos en embarazos distintos.

Cuando ocurren de forma natural, se desconoce el origen de tales nacimientos. Sí se sabe que existe un factor hereditario por parte de la madre - el padre no influye para nada - y otro de raza. En Japón, no sobrepasan de 6 por 1.000 los nacimientos de mellizos. En cambio, la tribu nigeriana de los yoruga es la campeona mundial: uno de cada 11 yorubas es mellizo. Esta tribu se alimenta de una especie de ñame rico en estrógenos naturales por lo que se piensa que también influye la alimentación. Otro factor es la edad: son más frecuentes en mujeres mayores y multíparas.

*Los gemelos
De momento, sólo la naturaleza puede duplicar un embrión para que nazcan gemelos idénticos. Son fruto de un mismo óvulo que en algún momento a lo largo de los 13 días después de la concepción se divide en dos o más embriones. Tienen el parecido de un clon -mismo sexo, misma apariencia- pues comparten el mismo código genético. Su tasa se mantiene estable en todo el mundo y no sobrepasan lo pares por 1.000 nacimientos.
—Estos son los míos—murmure perdida en mis pensamientos—bueno eso creo.

* Los gemelos "semi-idénticos".
Existen cada vez más pruebas de que puede haber un tercer tipo de gemelos. El caso se daría si un óvulo se divide antes de ser fecundado y cada mitad es fertilizada por un espermatozoide diferente. Los hermanos compartirían los genes maternos pero no así los paternos.

El grado de semejanza entre dos gemelos depende del momento en el que tuvo lugar la división celular (a más tardío, más semejanza), y de las condiciones de vida dentro del útero. Por su implantación, uno de ellos puede padecer malnutrición y por lo tanto, tener un desarrollo diferente. Ningún gemelo tiene las mismas huellas dactilares y suelen ser lo bastante diferentes para que sus padres los puedan diferenciar. Aún así, no hay dos seres más parecidos en la naturaleza que los gemelos.

—¿Qué tanto balbuceas jodido ángel?—levante la vista a Youichi que estaba vestido secándose el cabello en el marco de la puerta.

—Nada nuevo—sonreí. —¿quieres saber que le regalaron a los bebés?

Se acomodo detrás de mi haciendo que mi espalda descansara en su torso, una posición que me hacia sentir segura y muy calentita, era algo que Youichi venia haciendo desde hace un par de meses. Acomode mi cabeza en su hombro y hundí mi cara en su cuello, me rodeo con sus brazos y comencé a contarle la numerosa lista de regalos…
.
.
.
.

18 de Enero…dos semanas después.

—Muy bien señora Hiruma, esta comenzando la próxima semana con el octavo mes ¿verdad?

—Sí señor.

—¿Cómo van las contracciones?

—Han aumentado, el mes pasado eran en promedio dos veces al día, ahora subieron a cuarto veces al dia, son más fuertes—le dije a mi doctor—el encendió la maquina para realizar la ecografía, esta vez Youichi decidió quedarse fuera del consultorio del doctor, estaba revisando algunas jugadas para enfrentar la final de la Conferencia. Estoy orgullosa de él.

—Bueno, esta es la semana 32 según mi apunte—untó gel en mi vientre—veamos a los pequeños. Se ha descubierto que a partir de la semana 32 de embarazo, el feto realiza unos Movimientos Oculares Rápidos (MOR) que pueden ser señal de que el niño sueña. Con las pocas experiencias vitales que tiene un bebé dentro de su madre, cuesta imaginar con qué pueden soñar estos renacuajos.

—¿Que, juegan con sus piecitos? ¿Con los ruiditos?

—Para un feto, soñar, a pesar de la simplicidad de estas ensoñaciones, puede jugar papel crucial en cuanto a la estimulación y el crecimiento del cerebro. El bebé ya está hecho un grandullón tras 32 semanas de embarazo. Mide unos 42 centímetros y alcanza ya los 2 kilos de peso.—Apunto—Es en esta semana cuando el crecimiento de los gemelos tiende a desacelerarse

—Oh ya veo, tengo que preguntarle algo—hablé nerviosa—estas semanas he estado pensando en cual seria la mejor vía de parto, soy un poco caprichuda y quisiera que fuera parto natural pero al ser dos ¿Cuál es la mejor vía? ¿Natural o cesárea?

—Yo optaría por la vía segura de la cesárea pero es vital saber el estado del canal de parto, es decir, como vienen los bebés. Eso podemos hablarlo en unas semanas más.

—Ya veo—suspire aliviada—entonces ¿no hay riesgos o cambios en los bebés?

—Para nada, ambos niños están muy saludables, su peso debe estar rondando por los dos kilogramos y su tamaño es apenas como una rebanada de melón extendida.

Me eche a reír.

Soñé despierta con mis dos pequeños durmiendo en las hermosas cunas de madera que su padre había comprado y armado para ellos…

El bebe en el octavo mes

En el octavo mes de embarazo, la piel del bebé se hace más espesa y se torna de color rosáceo. Es el mes de la acumulación de grasas. En este momento es cuando se coloca con la cabeza hacia abajo. Los huesos del cráneo son flexibles. En caso de ser un embarazo gemelar, ambos fetos tienden a desacelerar su crecimiento. Se mueve, sueña y aumenta su peso a dos kilogramos y medio. Las contracciones se vuelven más frecuentes. En este mes se puede dar a luz.
Octavo mes de embarazo

En el octavo mes de embarazo tu útero alcanza el máximo de su tamaño (40 cm). La porción superior del útero ya se palpa 8 cm por encima del ombligo y llega a alcanzar el esternón. La musculatura uterina se contrae a veces.

Estás en el mes 8 de embarazo. El momento de dar a luz se acerca. Sientes más necesidad de afecto, atención y cuidados. Tu pareja será un apoyo importante.

Con el octavo llegan las últimas ecografías, el cultivo vaginal… pruebas médicas destinadas a preparar el momento del parto Los últimos meses de embarazo vienen acompañados de un molesto compañero de viaje: la fatiga. Es normal que durante el octavo mes de embarazo te canses con nada. Esto se debe a que el útero ha aumentado tanto de tamaño que afecta a la parrilla costa y dificulta la respiración. El aumento de peso corporal también la intensifica.

Omake

—¿Y bien?—comenzó a hablar él, mientras abría la puerta principal de la casa dándole el pase a su mujer—¿el jodido doctor a dictaminado que te has vuelto una jodida vaca?

No hicieron falta las palabras ya que una silla voló directamente en su dirección.

Se rio a carcajadas.

—Sabes—comento ella—según mis cálculos los bebés pueden nacer la primera semana de Febrero—sonrió maliciosa—Me pregunto—dijo con mordaz sarcasmo—si hay algo en especial en esa semana, ojala que no porque tus hijos son más importantes que cualquier otra cosa.

Se acerco a él y le beso la mejilla para después perderse en algún lugar de la casa.

Él, en cambio, estaba pálido.

Jodida mujer.

Touchdown para Mamori.

¡Hola!temorespero no vayan a matarme…tarde muchísimo en actualizar pero ¿No me quieren por hacer el capitulo más largo?
Es sólo que la falta de paga en los comentarios me desanima a escribir TwT no sean malos el botón no muerde
Bueno de vuelta al cap, el próximo capitulo se viene lo mejor, así es LO MEJOR
Ya se que hoy no es lunes, pero es que no podía hacerlas esperar más. Así que espero les haya gustado y me gustaría ver sus comentarios y opiniones, también se aceptan reclamos y todo tipo de sugerencias.
Los quiero
Kyrie Hawktem
Comenten GO GO GO
’fb-root’/>